Qué pena
Qué pena que en este país no se piense en el futuro. Qué pena que sigamos tropezando con la misma piedra. Qué pena que nadie piense que esto es pan para hoy y hambre para mañana. Qué pena el ejemplo que estamos dando a nuestros hijos.
Qué pena que no recordemos lo importante que es la educación. Qué pena que dentro de poco ya no serán solo los científicos e investigadores quienes tengan que irse de aquí para poder prosperar. Qué pena que la fuga de cerebros vaya a comenzar cada vez antes.
Qué pena que involucionemos. Qué pena que no nos importe que nuestros derechos se tiren a la basura con la excusa de una crisis económica por la que van a pagar las próximas generaciones.
Qué pena que dentro de una década vayamos a volver a la cultura del pelotazo, porque gracias a los recortes, los que estudien los próximos años en España no van a tener mejor futuro que nosotros.
Qué pena y qué rabia.— Marta Martín Robles. Rivas Vaciamadrid, Madrid.
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