Mejor no digo nada, que miento
En su discurso de investidura el señor Rajoy literalmente prometió “decir siempre la verdad, aunque duela; decir la verdad sin adornos ni excusas, llamar al pan, pan y al vino, vino”.
También se explayó diciendo que “plantearemos un Pacto por la Sanidad con todos los partidos políticos, Administraciones públicas y profesionales implicados”. En otro párrafo se escucha: “Para mi Gobierno no habrá españoles buenos y malos. Habrá españoles, todos iguales, todos necesarios, todos dignos de respeto, todos capaces de ayudar en la tarea común”.
Le puedo asegurar al señor Rajoy que en ninguna parte de su alocución ante el Parlamento se escucha: “saldré por la puerta posterior para no responder a las preguntas de los medios de comunicación, huiré de los periodistas y así evitaré el vínculo sano y democrático de la prensa con la población”. A lo mejor teme que se incumpla su discurso de investidura. O sea, que si no dice nada no miente.
Lo siento, pero creo que el señor Rajoy está corrompiendo lo más profundo y sagrado de su discurso, la honestidad ante todos los españoles.— Francisco Vicente Agulló Sánchez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.