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Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Acabar con la trata de niñas en la Interoceánica

Esta entrada ha sido escrita desde Cuzco (Perú) por ELENA MORA.

Foto: Odebrecht

Hace apenas un par de años se inauguró el último tramo de la carretera Interoceánica, que atraviesaSudamérica de este a oesteconectando el océano Atlántico con el Pacífico: desde Brasil, pasando por Bolivia hasta llegar a Cuzco, en Perú. A pesar de sus problemas de diseño y construcción, esta carretera representa un gran avance para los países por los que circula y para las poblaciones que conecta, antes distantes e incomunicadas.

La ciudad de Puerto Maldonado, situada en la selva peruana y uno de los principales centros de extracción informal de oro, se ha visto beneficiada por la nueva carretera. Si antes el trayecto de Cuzco a Puerto Maldonado solo era transitable en épocas de poca lluvia y tras un heroico viaje que podía durar hasta dos semanas, ahora esta distancia se puede subsanar en menos de siete horas. Evidentemente, el comercio entre ambas ciudades y las comunidades circundantes se ha multiplicado, como también se ha multiplicado la inversión en la zona y los proyectos que favorecen la comercialización de los productos locales, todo gracias a la conectividad.

Sin embargo, por esta carretera también circulan la miseria, el desarraigo y la inhumanidad.Puerto Maldonado se ha convertido en un centro de atracción para las mafias de trata de personas, principalmente mujeres y niñas de las comunidades pobres de los alrededores. Con el atractivo de hacerles ganar en un mes lo que ganarían en seis meses en su comunidad, se ofrecen trabajos como meseras (camareras), lavanderas o limpiadoras, atendiendo el pujante negocio de la minería informal que se desarrolla en la zona. Las jóvenes, ávidas de conocer mundo y rodeadas de pobreza, se dejan convencer sin muchos argumentos. La Señora María (las reclutadoras siempre se llaman así) les promete dinero y trabajo fácil.

Y ellas se van. Sin preguntar mucho más. La escasa educación, la falta de expectativas y un entorno familiar desestructurado les infunden el coraje que les falta para partir. Una vez en Puerto Maldonado, les ofrecen completar (e incluso doblar) su salario como "damas de compañía". En mitad de la selva, sin documentos de identificación, menores de edad, sin dinero ni opciones de acudir a nadie, la posibilidad de negarse depende solo de la humanidad de su nuevo jefe.

Algunas vuelven a sus comunidades terminada la época de más trabajo. Otras no. De las que vuelven, algunas lo hacen embarazadas, enfermas de SIDA, rotas. Las familias, por lo general, hacen la vista gorda y reciben los salarios con despreocupación. Aceptan la versión del trabajo de lavanderas. La necesidad obliga. La necesidad y un desapego rayando en la inhumanidad, fruto de la desesperanza, la costumbre de la muerte y la desestructuración familiar.

Para paliar esta situación, el gobierno peruano ha aprobado diversas leyes contra la trata de personas y la explotación sexual de menores, como obligar a las empresas de transporte a exigir un DNI o partida de nacimiento del menor para expedir sus billetes. En el caso de los menores que no viajen con sus padres se exigeuna autorización paterna sellada notarialmente. Peroes sabido que muchas de ellas incumplen esta norma. Los retenes policiales en la carretera detienen a menudo a numerosas jóvenes que viajan hacia Puerto Maldonado sospechosamente acompañados por un adulto con el que no mantienen ninguna relación de parentesco.

La sociedad civil peruana trabaja contra esta situación y se han desarrollado diversos programas para combatirla (a través de los Comités Locales o Regionales, la Asociación Wayra, la organización Acción por los Niños, o la ONG Encuentros, entre otras muchas). Todos los esfuerzos que la comunidad realice para proteger los derechos básicos de estas mujeres son bienvenidos. Pero es el Estado el que debe poner fin a estas prácticas con vigilancia policial y, sobre todo, ofreciendo a las comunidades las oportunidades de desarrollo. ¿Los recursos para hacerlo? Circulan por la misma carretera Interoceánica.

Comentarios

Probablemente la Interoceánica sea una eficaz herramienta para el desarrollo económico, pero como suele suceder, los nuevos territorios tocados por el progreso son una fuente inagotable de oportunidades, para bien y para mal: Bien por la conectividad y el acceso a productos y servicios que de otra forma no existirían, mal por los abusos y la explotación, en un terreno abierto y sin control. Es aquí donde los Estados están llamados a cumplir su rol mas allá de la administración, en cuanto a guía y vigia de una ética y una justicia que refleja los principios de una sociedad, una nación y, en un sentido mas amplio, de la humanidad. Se viene a la memoria "el señor de las moscas" de William Golding, donde se impone la violencia sobre la razón y solo las instituciones son capaces de reestablecer la cordura y la ética.Gracias por el atículo y que sea un feliz día de la mujer.
excelente, la violencia intrafamiliar, que muchas veces, y especialmente en las zonas que se reflejan, contempla la violencia sexual y prácticas culturales como el incesto, también hace que estás chicas quieran salir de sus hogares, y en ese momento ya comprendieron que su cuerpo es una herramienta destinada al placer masculino
Está muy claro que estas formas de esclavitud acarrean grandes problemas y gastos a los gobiernos donde se están dando. Por un lado se genera mucha enfermedad de tipo venéreo y la mas peligrosa la del SIDA. También se generan muertes, si, porque muchas niñas sufren hemorragias y partos o abortos bestiales que no están siendo atendidos por médicos. Faltan controles de sanidad. Hay mucha destrucción moral, espiritual y humana en este tráfico del sexo. Por eso los gobiernos no deben mirar para otro lado y ponerse muy firmes para detener estas intolerables tendencias. Aquí hago un llamado a las iglesias cristianas, evangélicas o protestantes de estas zonas, para que den su aporte en una misión integral. Es preciso ir a los hogares de donde están saliendo estas niñas y mujeres, allí es donde han de ayudar a sus familias para que tengan conocimiento de lo que está pasando y les adviertan y también les ayuden con proyectos o mini proyectos, con el fin de salir adelante como familia y para que no hagan caso de esas falsas ofertas de trabajo, las cuales en realidad son otra cosa.
Probablemente la Interoceánica sea una eficaz herramienta para el desarrollo económico, pero como suele suceder, los nuevos territorios tocados por el progreso son una fuente inagotable de oportunidades, para bien y para mal: Bien por la conectividad y el acceso a productos y servicios que de otra forma no existirían, mal por los abusos y la explotación, en un terreno abierto y sin control. Es aquí donde los Estados están llamados a cumplir su rol mas allá de la administración, en cuanto a guía y vigia de una ética y una justicia que refleja los principios de una sociedad, una nación y, en un sentido mas amplio, de la humanidad. Se viene a la memoria "el señor de las moscas" de William Golding, donde se impone la violencia sobre la razón y solo las instituciones son capaces de reestablecer la cordura y la ética.Gracias por el atículo y que sea un feliz día de la mujer.
excelente, la violencia intrafamiliar, que muchas veces, y especialmente en las zonas que se reflejan, contempla la violencia sexual y prácticas culturales como el incesto, también hace que estás chicas quieran salir de sus hogares, y en ese momento ya comprendieron que su cuerpo es una herramienta destinada al placer masculino
Está muy claro que estas formas de esclavitud acarrean grandes problemas y gastos a los gobiernos donde se están dando. Por un lado se genera mucha enfermedad de tipo venéreo y la mas peligrosa la del SIDA. También se generan muertes, si, porque muchas niñas sufren hemorragias y partos o abortos bestiales que no están siendo atendidos por médicos. Faltan controles de sanidad. Hay mucha destrucción moral, espiritual y humana en este tráfico del sexo. Por eso los gobiernos no deben mirar para otro lado y ponerse muy firmes para detener estas intolerables tendencias. Aquí hago un llamado a las iglesias cristianas, evangélicas o protestantes de estas zonas, para que den su aporte en una misión integral. Es preciso ir a los hogares de donde están saliendo estas niñas y mujeres, allí es donde han de ayudar a sus familias para que tengan conocimiento de lo que está pasando y les adviertan y también les ayuden con proyectos o mini proyectos, con el fin de salir adelante como familia y para que no hagan caso de esas falsas ofertas de trabajo, las cuales en realidad son otra cosa.
Probablemente la Interoceánica sea una eficaz herramienta para el desarrollo económico, pero como suele suceder, los nuevos territorios tocados por el progreso son una fuente inagotable de oportunidades, para bien y para mal: Bien por la conectividad y el acceso a productos y servicios que de otra forma no existirían, mal por los abusos y la explotación, en un terreno abierto y sin control. Es aquí donde los Estados están llamados a cumplir su rol mas allá de la administración, en cuanto a guía y vigia de una ética y una justicia que refleja los principios de una sociedad, una nación y, en un sentido mas amplio, de la humanidad. Se viene a la memoria "el señor de las moscas" de William Golding, donde se impone la violencia sobre la razón y solo las instituciones son capaces de reestablecer la cordura y la ética.Gracias por el atículo y que sea un feliz día de la mujer.
excelente, la violencia intrafamiliar, que muchas veces, y especialmente en las zonas que se reflejan, contempla la violencia sexual y prácticas culturales como el incesto, también hace que estás chicas quieran salir de sus hogares, y en ese momento ya comprendieron que su cuerpo es una herramienta destinada al placer masculino
Está muy claro que estas formas de esclavitud acarrean grandes problemas y gastos a los gobiernos donde se están dando. Por un lado se genera mucha enfermedad de tipo venéreo y la mas peligrosa la del SIDA. También se generan muertes, si, porque muchas niñas sufren hemorragias y partos o abortos bestiales que no están siendo atendidos por médicos. Faltan controles de sanidad. Hay mucha destrucción moral, espiritual y humana en este tráfico del sexo. Por eso los gobiernos no deben mirar para otro lado y ponerse muy firmes para detener estas intolerables tendencias. Aquí hago un llamado a las iglesias cristianas, evangélicas o protestantes de estas zonas, para que den su aporte en una misión integral. Es preciso ir a los hogares de donde están saliendo estas niñas y mujeres, allí es donde han de ayudar a sus familias para que tengan conocimiento de lo que está pasando y les adviertan y también les ayuden con proyectos o mini proyectos, con el fin de salir adelante como familia y para que no hagan caso de esas falsas ofertas de trabajo, las cuales en realidad son otra cosa.

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