Juventud en pausa
El 46,4% de paro juvenil en España no me preocupa, me aterra. Con licenciatura y máster dilapido mis horas buscando trabajo, no lo hay; bueno, sí que lo hay estando dispuesto a gastar 10 horas diarias de becario por 500€ (o gratis) en trabajos que no se renuevan. Y vuelta a empezar.
Nos hacemos viejos señor director, los años pasan y esto no avanza. Echo la vista atrás y añoro ese día de hace siete años cuando con mi aprobado de selectividad en mano digo: “no” a todas mis otras alternativas y elijo la de ser universitario.
Tras dos años infructuosos estoy cansado. No he podido trabajar —no hay trabajo—, no he podido emprender —no hay crédito—, no he podido opositar —no hay plazas—. El panorama es desolador.
¿Y ahora qué? Ahora toca anhelar tiempos mejores y “volar”, abandonar mi querida España violada por el ladrillo y el despilfarro. Marcharse allende los mares, donde esta incertidumbre sea tan solo un peaje momentáneo para poder empezar a vivir nuestra vida de una vez.— Alejandro Muñoz Sánchez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.