Enchufarse en todas partes
Conectarse a una red eléctrica desde cualquier punto de una habitación, añadir enchufes, cambiarlos de lugar o retirarlos sin necesidad de construir nuevas regatas, ni de llamar al electricista, es posible. Un sistema de distribución de energía eléctrica por raíles podría terminar con la pesadilla de sufrir las obras o con la chapuza de dejar los cables vistos cuando se calculan mal los enchufes que se necesitan o el tiempo exige aumentarlos. El invento se cocinó en Australia y, tras hacerse con premios de diseño como el Red Dot, la empresa británica Steljes lo comercializa en Europa.
Los canales Mainline pueden instalarse horizontalmente -en paredes perimetrales o rodeando una encimera de cocina- o en vertical. Fabricado en tiras de poco más de dos metros –que pueden fragmentarse o unirse- y que admiten hasta 16 enchufes cada una, está pensado para la nueva arquitectura hospitalaria, cultural o doméstica que hace de la indefinición una de sus señas de identidad. Está claro que con un sistema así es más fácil diseñar espacios flexibles, alterar distribuciones o sumar puestos de trabajo o lectura (ordenadores y lámparas) en una mesa larga. Pero también es cierto que su impronta en los espacios es, aunque limpia, notable.
Una vez instalado, o supervisado, por un electricista, el sistema de raíles funciona sin restricciones y con gran flexibilidad admitiendo nuevas conexiones con sólo insertar el nuevo enchufe en la sección del canal y girar para fijarlo. El giro contrario a las agujas del reloj basta para desconectar, y desactivar, los enchufes que se quieran anular. Instalar o retirar enchufes es cuestión de segundos y no deja huellas en la pared. Eso sí, la traza que marca el raíl convertido en zócalo es más que visible. Así, el sistema ofrece acceso ilimitado pero a la vez, presencia notable. Por eso, aunque su marca en los espacios no superaría la prueba de profesionales, o clientes, austeros y minimalistas, un arquitecto o diseñador ingenioso podría sustituir el zócalo por los canales o buscarles una ubicación inusitada. Como este producto, el nuevo diseño ya no son elementos acabados, son ideas para facilitar que los demás mejoren sus trabajos, y hasta el propio producto, con usos personalizados del mismo.
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