Rosa Esteva, la rentabilidad del talento
En Madrid se acaba de inaugurar el restaurante “Luzi Bombón” con enorme éxito. Tras esta apertura el grupo Tragaluz suma ya 18 establecimientos, la mayoría en Barcelona. Han transcurrido veinticinco años desde que Rosa Esteva, su ideóloga, abriera las puertas de “El Mordisco”, el primero de sus locales urbanos. En su recuerdo aquella mesa compartida en la que se sentaban a comer Javier Mariscal y Miquel Barceló entre otros artistas.
Ahora, en estrecha complicidad con su hijo, Tomás Tarruella, dirige una empresa con más de 800 empleados. Un pequeño imperio presidido por el buen gusto y el diseño. Entre ambos han revolucionado la franja media en la hostelería de Barcelona. Desde fuera parece que la crisis no afecta al grupo. Sin embargo, su máxima responsable confiesa tener miedo.
Desayunamos en su magnífico hotel Omn en Barcelona. Hablamos y me confesó algunos secretos. Y entre medias los comentarios esporádicos de Clementina Milá, mucho más que jefa de relaciones externas.
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