Una moción de censura tumba al alcalde popular de Griñón
María Antonia Díaz, exconcejal del PP y miembro de un partido independiente, es proclamada nueva regidora
"Juro por mi conciencia y honor...", no se ha oído nada más porque parte del público ha comenzado a abuchear a la nueva alcaldesa de Griñón, María Antonia Díaz, tras salir adelante una moción de censura contra el popular Juan Ramón Navarro. Es la primera moción de censura de la legislatura contra un alcalde de la Comunidad de Madrid.
El alcalde saliente ha asegurado esta mañana que el pueblo de Griñón está en contra de la moción y que en el futuro volverá a salir reelegido. Al teatro municipal, donde se ha celebrado la votación, han asistido centenares de vecinos, la mayoría a favor de la continuidad de Navarro, que han recibido a la nueva alcaldesa con una sonora pitada. La Policía municipal ha tenido que cerrar las puertas del recinto ante el alboroto.
La salida a la fuerza del hasta ahora regidor se incubó en el mismo partido que la sufre, el PP. Exconcejales populares repartidos en partidos locales de derechas, con la desde hoy alcaldesa a la cabeza, han acordado con el PSOE y una cuarta formación desbancar a Navarro, al que acusan de haber creado un agujero de 16 millones de euros en las arcas municipales.
El PP, con 6 concejales, ha perdido la alcaldía en beneficio de una coalición de Conservadores por Griñón (2), Ciudadanos Independientes de Griñón (2), PSOE (2) y PPCG (1). Navarro ni siquiera ha contado con los 100 días de gracia que se suelen otorgar simbólicamente a cualquier gobernante. ¿La razón? Mientras sus opositores esgrimen que su manejo de la deuda ha sido deficitario, el hasta ahora alcalde acusa a sus contrincantes de querer llegar al poder por intereses urbanísticos.
Navarro acusa directamente a un antiguo compañero suyo, Manuel Ajenjo, amigo íntimo durante la época que fue 16 años presidente del PP local. Ajenjo posee 35.000 metros cuadrados de una tierra que está en proceso de expropiación por el Ministerio de Fomento, ya que está proyectado que por ahí pase el tren de Cercanías que está por llegar al pueblo. Ajenjo presentó unas alegaciones, descontento porque le quitan una huerta de la que dice obtener un buen beneficio.
Ajenjo, a quien el PP señala como el hombre en la sombra que ha maniobrado para arrebatarles el poder, se muestra sorprendido por las acusaciones que recaen sobre él, ahora que dice encontrarse alejado de la política. "No sé de dónde se sacan esta historia. Es una gran decepción que el partido al que he servido tanto tiempo me acuse sin pruebas y sin motivo", lamentó Ajenjo por teléfono. La realidad también es que Ajenjo, acérrimo del PP hace años, simpatiza en estos momentos con los partidos que están preparando la moción de censura.
Sin embargo, las acusaciones continúan: el presidente del PP, Francisco Granados, señala que hay una maniobra de tránsfugas de su partido para repartir un botín urbanístico, en este caso las huertas de Ajenjo. Desde el PP aseguran que quiere paralizar desde dentro la expropiación para cambiar la calificación de ese terreno y poder construir. Granados, tras visitar Griñón el martes y comprobar de primera mano que los que se rebelan son de su misma cuerda, puso en el punto de mira al PSOE, un partido que históricamente ha tenido muy poca representación en el municipio. "[Tomás Gómez] debe explicar cómo es posible que una sus fuerzas con tres grupos independientes supuestamente de centro-derecha con el único ánimo de arrebatar el Gobierno de Griñón al PP". "Es un hecho inédito, al menos en la Comunidad de Madrid, que no se hayan respetado los 100 días de gracia".
Los opositores insisten en que su postura a favor de la moción se debe a la mala gestión económica que ha llevado a cabo Navarro. "La realidad es que tenemos un Ayuntamiento al borde de la quiebra técnica", señala María Antonia Díaz. FCC y GSC, empresas de servicios (recogida de basuras, jardinería), llevan sin cobrar desde 2004, según denuncian desde la oposición.
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