Los secretos del traje de novia de Kate

La reina Isabel se ha ido de vacaciones a Balmoral y el palacio de Buckingham abre sus puertas para la tradicional exposición que recoge cada año los momentos más importantes en la vida de la familia real británica durante los últimos 12 meses. La estrella este año, sin duda alguna, es la boda de Guillermo y Kate y en especial el maravilloso traje que diseñó Sarah Burton para la novia con la firma de la casa Alexander McQueen. Burton se ha sumado a la muestra y aparece en un vídeo de cinco minutos hablando al visitante de los detalles técnicos de su diseño. La exposición Colección Real que se abre el día 23 ha vendido ya por adelantado 125.751 entradas. La reina Isabel II y la duquesa Catalina han sido las primeras en visitarla, antes de que sea inaugurada al público.

Caroline de Guitaut, comisaria de la exposición, asegura que el traje es toda una "proeza de ingeniería" y tiene su propia teoría de por qué este vestido ejerce tanta fascinación entre el gran público: "El vestido funcionó a la perfección. Es grandioso. Y la boda real fue un éxito ya que tanto el duque como la duquesa mantuvieron durante la ceremonia una actitud de modestia que dio la sensación de que se trataba de un enlace familiar al que se invitó a la nación".

Para Guitaut este es el mejor traje de novia de la historia de la familia real británica. "No ha habido ningún antes como este". El traje de Diana de Gales fascinó por la actración que la princesa provocaba en cada cosa que hacía o decía, aunque a juicio de los expertos se trató de un diseño cursi y tremendamente recargado.

En vestido de novia de la duquesa Cambridge será exhibido en el Palacio de Buckingham hasta el 3 de octubre. Para más información se puede consultar su web, www.royalcollection.org.uk.

En los salones de palacio también se podrán ver las joyas que Kate llevó ese día y los zapatos bordados y de tacón medio que apenas se pudieron observar, pero que son toda una obra de arte. También cobra protagonismo el velo y el ramo de flores. Y, cómo no, una réplica del pastel de bodas que se sirvió en el almuerzo que la reina ofreció a sus ilustres invitados, que recrea incluso el punto exacto en que los novios lo cortaron.