Cosas que merece la pena ver en Murcia y Cartagena
Para quienes leéis el blog desde muy lejos (que sois muchos) aclaro que Murcia es una región autónoma en el sureste de España, junto al mar Mediterráneo, en la que tuve la suerte de nacer. Tiene dos ciudades importantes: Murcia, la capital, y Cartagena, una de las grandes localidades históricas de la península. Ando estos días por aquí y como mis paisanos se quejan de ser los grandes desconocidos, de que nadie les presta atención, aquí van algunas cosas que no deberíais perdeos si un día visitáis Murcia: ...
Teatro romano de Cartagena
2.000 años bajo la ciudad y nadie sabía que estaba allí. El teatro romano de Cartagena es equiparable en tamaño e importancia al de Mérida, pero estuvo siglos perdido, si que nadie supiera que reposaba bajo el suelo del casco viejo. En 1988 durante unas obras de cimentación en un solar aparecieron unos restos sospechosos… y tirando del hilo apareció un teatro entero con capacidad para 6.000 espectadores. Para devolverle su esplendor hubo que demoler un barrio entero, pero al final el Teatro Romano se convirtió en el revulsivo necesario para dinamizar toda Cartagena y sacar a relucir su gigantesco patrimonio arqueológico. El museo anexo es obra de Rafael Moneo.
De tapas por Murcia.
La Unión, como en tiempos del boom minero, sigue oliendo a carburo y salitre. Pero ahora gracias a la recuperación de la “Agrupa Vicenta”, una antigua mina reabierta para las visitas turísticas, se puede también ver y sentir cómo era aquella dura vida en la mina. Se baja a ochenta metros de profundidad por unas impresionantes bóvedas de ocho metros de altura, gigantescas galerías y pilares, y un lago subterráneo de aguas rojas por efecto de la pirita. Una excursión de lo más recomendable al interior de la Sierra Minera. La entrada incluye también un recorrido en tren por el Parque Minero, con sus paisajes marcianos.
El bar-restaurante está en Cartagena, a un paso del Teatro Romano y de la catedral vieja, y es un ejemplo del nuevo interiorismo en la Región y de cómo la conservación del patrimonio no debe ser solo tarea pública. En la rehabilitación de este local , en pleno centro histórico, aparecieron restos del pavimento romano,una aljibe, columnas y otras estructuras. En vez de taparlas se pusieron en valor como parte de la decoración del local mediante un suelo acristalado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
