Nairobys acusó a su expareja antes de morir según su familia
Arranca el juicio por la muerte a puñaladas de la joven en Fuenlabrada en 2009
La dominicana Nairobys Yahaira Alcántara, apuñalada en la localidad madrileña de Fuenlabrada el 20 de junio de 2009, llamó a la Policía minutos antes de morir para decir que estaba herida, ha afirmado la acusación particular que pide, al igual que el fiscal, 20 años de prisión para la pareja de la mujer, el boliviano Carlos Leonel Pereira. "Me estoy muriendo", dijo la mujer tras recibir al menos 12 puñaladas.
Poco antes de que empezara esta mañana la selección del tribunal popular que juzgará desde mañana al procesado en la Audiencia Provincial de Madrid, el abogado de la familia de la víctima ha indicado a los medios que los familiares de su expareja la oyeron decir desde el suelo que "había sido Carlos".
Este abogado ha señalado que pedirá que la patria de potestad de la niña que ambos compartían pase a la familia de Nairobys si se prueba que Carlos Leonel cometió el asesinato. En su escrito provisional, el Ministerio Público considera que después de una discusión relacionada con la menor en el dormitorio del domicilio del acusado, situado en la calle Móstoles, este "cogió un cuchillo de cocina" que tenía habitualmente en la habitación para comer y asestó "múltiples puñaladas" Nairobys.
El fiscal añade que el número de puñaladas "superaba las 12", y que tras el crimen el acusado huyó del lugar, aunque fue detenido el mismo día y permanece desde entonces en prisión provisional. En la vista, cuyo término se prevé para el 13 de julio, la Fiscalía pedirá una indemnización de 220.000 euros para la hija de ambos y de 60.000 euros para la madre de la víctima.
La suya fue una sucesión de golpes y tequieros desde que comenzaron a salir en el verano de 2006. A los dos meses la joven se quedó embarazada. La relación estuvo marcada por los continuos altibajos, las palizas y los ataques de ira de Carlos. Denunció a Carlos después de una última agresión en los primeros meses de 2007. El juzgado decretó una orden de alejamiento, pero, cinco meses después, Nairobys retiró la denuncia y se anuló la orden de protección.
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