Sin pacientes dos meses después de ser 'inaugurado'

El ascensor sube hasta la tercera planta, se abren las puertas pero no se puede salir al pasillo. Una segunda puerta metálica bloquea el paso. Lo mismo ocurre con la primera y la segunda. Un poco más arriba, en la quinta planta del ala norte del hospital Clínico de Madrid, sí es posible salir y pasear por los impolutos corredores y las renovadas habitaciones. Eso sí, están vacías, sin camas. Cuatro de las ocho plantas del ala norte siguen sin actividad casi dos meses después de que Esperanza Aguirre inaugurara su reforma.

La presidenta y su comitiva pasearon el 23 de marzo por las plantas octava y sexta. No solo estaban acabadas, sino que incluso había personal para darles la bienvenida y carritos de medicamentos en los controles de enfermería, pese a que no se esperaba a ningún paciente hasta, al menos, el 15 de abril. Aguirre dio su discurso de inauguración, alabó la paciencia de los empleados durante las obras y explicó que la reforma permite ahora contar con 160 habitaciones dobles y 131 individuales que mejoran las condiciones en las que antes estaban ingresados los pacientes.

El recorrido de la presidenta obvió las plantas que, el 23 de marzo, aún estaban en obras, con las paredes sin rematar, cables colgando del techo, carretillas de obra, sacos almacenados en las habitaciones... Ahora las obras ya están acabadas, pero la mitad de las habitaciones y de los controles de enfermería siguen vacíos.

Una portavoz del hospital explicó que las plantas segunda y tercera empezarán a recibir pacientes esta misma semana y que la quinta se está preparando para que vuelvan los profesionales de Ginecología y Obstetricia, que actualmente están trabajando en el Marañón. La primera planta acogerá consultas y salas de exploración, señaló.

Inauguración antes de que se acabara el plazo

Aguirre tuvo que apurar la inauguración de la renovada ala norte del hospital porque se le echaba encima la fecha (el 29 de marzo) a partir de la cual la ley electoral no le permitía insertar anuncios ni publicitar logros de Gobierno. La ley se había renovado unos meses atrás para reducir el gasto de los partidos durante la precampaña.

Las obras del ala norte del Clínico empezaron en octubre de 2009. El hospital tuvo que cerrar 380 camas y trasladar a unos 650 trabajadores, que se dispersaron entre siete hospitales: La Paz, Santa Cristina, Niño Jesús, Rodríguez Lafora (psiquiátrico), Cruz Roja, Gregorio Marañón y Carlos III. También los pacientes tuvieron que trasladarse y repartirse entre varios centros, cada uno en un barrio de la ciudad, para ir a las diferentes consultas.

El hospital, en el que fue intervenida Aguirre de un tumor, concluye con esta reforma la segunda fase de modernización del centro (antes se habían renovado las urgencias y ahora se está construyendo un Instituto de Salud Mental). El Clínico ha estado en obras casi de forma ininterrumpida durante dos décadas, aunque nunca se ha paralizado su actividad.