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Llamar terrorista cuesta 37.500 euros

El Tribunal Supremo condena a Telemadrid por acusar a un inocente en un programa sobre el 11-M

Ahmad Mardini, de 59 años, ha tenido que esperar más de seis años para que el Tribunal Supremo restituya su honor. La Sala de lo Civil del Supremo ha condenado a Telemadrid y a El Mundo TV a indemnizarlo con 30.000 y 7.500 euros respectivamente por difundir su fotografía en el documental titulado 11-M, historia de un atentado que se emitió el 10 de marzo de 2005, un día antes del primer aniversario del ataque. En el reportaje se le identificaba como dueño de la casa de Morata de Tajuña donde los terroristas montaron las bombas que causaron la muerte de 191 personas en los trenes de Atocha. En realidad el dueño de aquella vivienda era Mohamed Nedl y Mardini no tenía ninguna relación con los autores de la masacre, pero los periodistas utilizaron su fotografía por error.

La imagen de Mardini permaneció en pantalla durante un minuto y un periodista de El Mundo TV le presentó como propietario de la vivienda. A la misma hora su rostro apareció en las cadenas de televisión de Canal 9 de Valencia, canal 4 de Baleares y TV de Galicia a las que la productora había vendido su reportaje. Más de 600.000 personas vieron el documental que posteriormente el diario El Mundo vendió en formato DVD en los quioscos de toda España y más tarde por Internet. Veinticuatro horas después, el 11 de marzo, la fotografía del "terrorista" Mardini reapareció en las pantallas. Fue en el Debate de Telemadrid que tuvo lugar después de la emisión de la segunda parte del reportaje y en el que la productora acababa de rectificar su error del día anterior mediante una nota que apareció en pantalla.

Este sirio nacionalizado español, casado con una zamorana y padre de tres hijos, reside en España desde hace 42 años, ha recibido la sentencia con un "sabor agridulce" por la escasa cuantía de la indemnización. "No entiendo porque me compensan con una cantidad tan pequeña porque el daño ha sido muy grande. Mis vecinos me miraban de reojo, algunos dejaron de saludarme y hasta me rajaron las cuatro ruedas de mi coche. Tampoco entiendo porque han recurrido tantas veces cuando el error no tiene excusa," se queja.

Un Juzgado de Valdemoro sentenció una indemnización de 75.000 euros, pero la Audiencia Provincial de Madrid rebajó la cantidad a la mitad por considerarla "exagerada". El fallo de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, presidida por Juan Antonio Xiol, confirma la sentencia de la Audiencia Provincial, asegura que prevalece el derecho al honor del demandante frente a la libertad de información y critica el trabajo de los periodistas. "La falta de veracidad determina que haya de prevalecer el honor del ofendido " Los magistrados aseguran que "se omitió la diligencia exigible de comprobar con la debida seguridad que las identidades proporcionadas respecto de los terroristas islamistas se correspondían con las imágenes que se emitían".

Durante los últimos diez años la vida de Mardini, natural de Alepo (Siria) ha estado marcada por una diabólica cadena de errores policiales y periodísticos. En 2001 dos policías le detuvieron y condujeron a los calabozos del cuartel madrileño de Canillas donde permaneció incomunicado durante cinco en aplicación de la ley antiterrorista. Había vendido su local de decomisos en el barrio de Lavapiés (Madrid) a dos miembros de Al Qaeda a los que no conocía. El juez Baltasar Garzón decretó su puesta en libertad, pero su fotografía apareció en varias televisiones de cobertura nacional como uno de los supuestos miembros de Al Qaeda ingresados en prisión. La primera consecuencia de aquel error fue la pérdida de su puesto de trabajo como repartidor de Coca Cola. Cuatro años después, cuando se había recuperado, llegó el programa de Telemadrid, un nuevo error que, según asegura, ha marcado su vida. "Al menos tendrán que pagar los intereses y la indemnización alcanzará los 48.000 euros", se consuela.

Ahmad Mardini, en una imagen de 2006.
Ahmad Mardini, en una imagen de 2006.LUIS MAGÁN

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