Zapatero pide a los partidos que se sumen al pacto social y Duran le afea la falta de protagonismo del Congreso

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sacado pecho en el Congreso por el pacto social y económico alcanzado con los sindicatos y la patronal y ha invitado a todos los partidos a sumarse en su tramitación parlamentaria.

Zapatero, sin embargo, ha tenido que escuchar al portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, afearle que haya marginado al Parlamento durante la negociaciíon. Duran, que está llamado a ser apoyo fundamental del acuerdo, ha asegurado que el Parlamento "no debe sumarse, sino ser protagonista" y ser informado "antes, durante y después" de la negociación. Por su parte, el presidente del Gobierno ha defendido el procedimiento y el contenido del acuerdo.

El jefe del Ejecutivo ha contestado también a una pregunta de Mariano Rajoy sobre la inflación, Zapatero ha atribuido el mal dato de IPC (subió un 3,3% en 2010) a la subida de los precios del petróleo y ha ironizado con que cualquier día el líder del PP le culpará del huracán Katrina. El presidente ha pronosticado que la inflación se moderará este año.

"Los españoles pagan sus errores", le ha respondido Rajoy.

El honor de Camacho

Durante la misma sesión de control, el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha acusado al PP de mancillar el honor de su secretario de Estado, Antonio Camacho, y de la Policía.

Rubalcaba ha mantenido un duro enfrentamiento con el diputado del PP Ignacio Gil Lázaro a cuenta del caso Faisán, que investiga un supuesto chivatazo a ETA desde la Policía sobre una redada contra la red de extorsión de la banda terrorista. Gil Lázaro, para el que el caso es el "precio político que el gobierno ha debido pagar por iniciar el proceso de paz con ETA", lo ha tildado de "cloaca de estado" y le ha espetado a Rubalcaba que "pende sobre su cabeza"

El ministro del Interior, por su parte, le ha recordado que Camacho ha sido expresamente exculpado por el juez y le ha acusado de hacerle preguntas "patéticas" sobre el chivatazo para poder "lucirse" en las "cadenas de extrema derecha" criticando a la Policía. Por último, ha reprochado al PP de aprovecharse del caso Faisán para "poner sordina a la lucha antiterrorista para ocultar lo que verdaderamente está pasando: el fin de ETA".

Pero Rubalcaba no ha sido el único miembro del Gobierno en tener que lidiar con las preguntas de los diputados populares sobre el caso Faisán. Otros dos ministros, el de Presidencia y el de Justicia, también han debido responder sobre el chivatazo. Ramón Jáuregui, en la misma línea que el vicepresidente primero, ha considerado "muy sospechoso" que el PP se centre sobre una actuación que no tuvo repercusión en la lucha antiterrorista "precisamente" cuando el Ministerio del Interior "nos está colocando en el momento más interesante y cercano a la paz que hemos tenido nunca en la historia".

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha debido responder sobre la situación administrativa del Secretario de Estado de Seguridad -que según el BOE de noviembre de 2010 pasó de ser fiscal en excedencia voluntaria a tener "servicios especiales con carácter retroactivo"-. Caamaño ha acusado al PP de tener una "visión ruin" y anteponer "la insidia la honor de las personas y el mezquino e interesado falseamiento de las cosas al conocimiento de la verdad".

"Los españoles necesitan un puesto de trabajo, a poder ser, estable"

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