Un año de cárcel para siete guardias urbanos de Badalona y un 'mosso' por torturas
Los agentes confundieron a una pareja de 'skins' con los agresores de un compañero
La Audiencia de Barcelona ha condenado a un año de prisión y ocho más de inhabilitación a siete agentes de la Guardia Urbana de Badalona y a un mosso d'esquadra por un delito de torturas cometido contra una pareja de skins a la que confundieron con los agresores de otro policía municipal ocurrida poco antes.
Los hechos sucedieron la mañana del 23 de octubre de 2005 cuando un total 11 agentes acudieron a la estación de Renfe de badalona al recibir un aviso de que los sospechosos estaban allí. En lugar de detenerlos y conducirlos al hospital donde estaba ingresado el policía agredido, los agentes propinaron todo tipo de golpes, amenazas, insultos y actos vejatorios contra los jóvenes, hasta que se dieron cuenta del error.
La página y media de la sentencia en la que se describen los hechos resulta escalofriante. Los primeros en llegar fueron la pareja de guardias urbanos formada por Alfonso Ortiz Ballester e Irene García García. Ella se fue a por la chica con insultos y golpeándoles con la mano en la cara, mientras la zarandeaba agarrándola del pelo "hasta tirarla al suelo mientras le decía mírame bien porque en comisaría te voy a arrancar el piercing de cuajo", dice la sentencia. El guardia urbano, por su parte, insultó al sospechoso cuando éste insistía en su identidad y le espetó: "te vamos a abrir de arriba abajo".
A los pocos minutos llegaron al lugar más policías y tras advertir que había cámaras grabándolos, la agente Irene García arrastró a la joven de los pelos, ya esposada y boca abajo. Así, el mosso Josep Oriol Frago Badía levantó la cara de la joven mientras le exhibía un aerosol de autodefensa y le amenazó con que "se lo iba a tragar". Por su parte, el policía Pascual Pérez presenció hechos similares con el detenido mientras le espetaba "abre la boca, que hables, que hables, es mejor que hables" y también propinó varias patadas a la joven que estaba en el suelo.
Pasividad de los policías que presenciaron los hechos
El agente Ortiz, junto con el policía David Sanz siguieron zarandeando al detenido e hicieron ademán de dejarlo caer a la vía mientras le sujetaban de la solapa y cuando lo tenían agarrado por el cuello le rompieron un colgante que llevaba. El resto de los policías presenciaron los hechos y no hicieron nada por impedirlo, dice la sentencia.
Mientras agredían a la chica, esta no paraba de repetir su nombre, de insistir en que era menor y de que llamaran a su padre. Cuando se descubrió el error en la identificación una pareja de urbanos los condujo hasta una parada de metro y quedaron en libertad. El chico tardó 28 días en curar de las heridas y la chica, 14 días, sufriendo quemaduras en la mano y la muñeca. El tribunal condena a los policías a indemnizar a cada uno de los jóvenes con 2.000 euros por las lesiones y las secuelas, así como a otros 3.000 euros a cada uno por los daños morales.
El Ayuntamiento de Badalona ha emitido una nota en la que califica la sentencia de "desproporcionada" y anuncia que presentará recurso ante el Tribunal Supremo. El consistorio entiende que la Audiencia de Barcelona ha realizado una valoración errónea de las pruebas y anuncia que seguirá ofreciendo defensa jurídica a los condenados.