Decenas de miles de personas reclaman pasos al Gobierno a pesar del silencio de ETA

Decenas de miles de personas se han manifestado esta tarde en las calles de Bilbao para pedir un cambio en la política penitenciaria del Gobierno que implique el acercamiento de reclusos de la banda terrorista ETA al País Vasco. Los manifestantes cumplieron lo establecido en el guión anual de esta movilización convocada por la asociación de familiares de presos Etxerat, pero en esta ocasión en un ambiente de expectación ante la posibilidad de que los terroristas emitan un comunicado, después de que en diciembre, el dirigente de Batasuna Rufi Etxeberria asegurara que durante las fiestas navideñas Euskadi entraría en una etapa de paz.

La marcha ha estado encabezada por una pancarta en la que se leía: Presos vascos a Euskal Herria con todos los derechos, demos el paso. Inmediatamente después, caminaban los familiares de los reclusos que han recibido aplausos a su paso. "Todos los presos a la calle, amnistía para todos" ha sido la consigna que ha marcado el compás de la protesta.

En las declaraciones finales no hubo alusión alguna a ETA en la que se reclamara una respuesta afirmativa a la declaración de Gernika. Fuentes de la izquierda abertzale han asegurado que hoy "no tocaba" y que la marcha es para pedir, como todos los años, un cambio de política penitenciaria.

El manifiesto ha abogado por "acabar con los ataques y constantes intentos de utilización y chantaje" de los presos de ETA, de modo que la política penitenciaria se sitúe "en unos parámetros que posibiliten la resolución democrática del conflicto, ajustada a criterios de derecho y encaminada a que las y los presos políticos puedan ser un agente activo en la consecución de un proceso de solución al largo y doloroso conflicto que persiste en Euskal Herria".

Sin fotos de presos

Durante todo el recorrido han podido verse multitud de pancartas reclamando el traslado de los presos a cárceles vascas, pero fueron excepción las fotografías de reclusos. Un portavoz del Departamento vasco de Interior confirma que todo ha transcurrido con normalidad, y sin ningún incidente.

En una de las filas formadas por los familiares, rigurosamente ordenadas, la madre de Jorge González, en prisión por su relación con la banda terrorista hace su análisis: "¿Que si estamos en una nueva etapa? Eso depende del PP, del PSOE y del PNV. Quieren que nos arrodillemos y no lo vamos a hacer".

Unai,de 31 años y con su hija pequeña a sus espaldas también asistente a la protesta destacaba la afluencia de simpatizantes con la causa de los internos etarras: "Todos los años hay gente, pero éste es especial. No importa que ETA no haya hecho nada aún, el cambio se está haciendo poco a poco". Cree que la apuesta abertzale por vías pacíficas es irreversible.

Mucha cautela

Todos los responsables políticos se han mostrado muy cautos en sus declaraciones. Peio Urizar, de EA, aseguraba sobre las expectativas de un comunicado de ETA que "marcar fechas es peligroso porque puede llevar a la desilusión". Patxi Zabaleta, de Aralar, poco antes del inicio de la marcha evitaba cualquier alusión al tema: "Reivindicamos una política penitenciaria que respete los derechos humanos y busque la reinserción". Como casi todos, no aceptó preguntas.

En la manifestación, convocada por agrupaciones sociales nacionalistas, han participado dirigentes de las formaciones políticas que secundaban la marcha. Además de los citados dirigentes se encontraban también caras conocidas de la izquierda abertzale y de la ilegalizada Batasuna como su ex coordinador general, Rufi Etxebarria; Jone Goirizelaia e Iñigo Iruín.

En la marcha han participado también los líderes de las centrales sindicales vascas de ideario nacionalista ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide, respectivamente.