_
_
_
_
Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Compañía para Alvar Aalto

Anatxu Zabalbeascoa

 Ilmari Tapiovaara (1919-1999) admiraba a Alvar Aalto. Le parecía que la arquitectura y el diseño de su paisano representaban la ideología igualitaria y funcionalista que él quería para sus muebles e interiores. Tapiovaara trabajó con Le Corbusier en París durante poco menos de un año. Luego se convirtió en director de producto, y comercial, de la empresa de muebles Asko Oy. Con su mujer, Annikki Tapiovaara, proyectó las sillas apilables más célebres del diseño finlandés. Las Domus de madera nacieron para amueblar una residencia de estudiantes de Helsinki que llevaba ese nombre. Se hicieron famosas y los finlandeses se abrazaron a esa revisión de su tradición. Tapiovaara traducía la idea sobria que tienen de la casa los nórdicos. Así, tras firmar todo tipo de establecimientos -de hoteles y oficinas a comercios y restaurantes-, Tapiovaara, un graduado como interiorista, fue invitado a dar clases en el Illinois Institute of Technology de Chicago que había ideado Mies van der Rohe. En Chicago trabajó para Mies, pero luego algo cambió. Las últimas décadas de su vida las pasó trabajando en Paraguay, en Isla Mauricio o en Yugoslavia en proyectos para la ONU en los que el diseño se veía como una herramienta de futuro.A Tapiovaara no le hacían falta más medallas que la vigencia de cada uno de sus muebles. Aun así, consiguió seis de la Trienal de Milán. Y una retahíla más de premios finlandeses e internacionales.

La noticia, sobre los muebles de Tapiovaara, la ha dado estos días Artek, la empresa que fundó Maire Gullichsen para producir y comercializar los muebles de Alvar Aalto. Será esta firma la que, a partir de ahora, comercialice el legado Tapiovaara. Coincidiendo con su 75º aniversario, la noticia es que Artek ha tomado un nuevo rumbo tras ensayar varias posibilidades, y tal vez marearse en el intento, durante los últimos años. Una empresa como Artek, nacida barajando arte y técnica, ha tenido serios problemas en las últimas décadas, en las que el diseño ha pasado a entenderse como “renovarse o morir”. En esa diatriba, trató de sumar otros diseñadores a su elenco de estrellas, centrado en Alvar Aalto, quiso más tarde reproducir el espíritu del arquitecto, dar con la esencia de la sobriedad finlandesa y, entendiendo desde la prudencia que algo debía cambiar para que todo continuara igual, llegó a tratar de capear el temporal con la ayuda de profesionales tan brillantes como escasamente nórdicos, con Tom Dixon a la cabeza. Todo eso pasó y hoy parece que el puzle del legado Aalto finalmente encaja. Ahora la colección que Tapiovaara diseñó por el mundo pensando en la gente, la que para los finlandeses mejor representa las tradiciones de su país, la venderá Artek, la marca que en el mundo es sinónimo de Aalto. Y una celebra, por los dos diseñadores, una unión que los hubiera enorgullecido a ambos.

  

Comentarios

La arquitectura, el diseño y el urbanismo son fundamentales en la conformación de una nueva conciencia y realidad humana. El diseño nórdico lleva tiempo entendiendo esto.http://www.youtube.com/watch?v=c8ZQQLu_su0
De todas formas, aún en los ambientes urbanos más degradados hay vida, arte y disfrute:http://www.youtube.com/watch?v=JQRRnAhmB58
En un ranking de empresas respetables, desde luego Artek debería figurar entre los primeros puestos. En este mundo lleno de trastos de usar y tirar, obsesionado por la ganancia (económica) fácil... alivia pensar que exista una casa como Artek, dedicada al diseño de calidad, utilitario, duradero, cálido, honesto, contenido, fabricado en casa...
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_