Portugal ratifica su presupuesto de la austeridad
El Partido Socialista fue el único que votó a favor de los presupuestos, rechazados por las fuerzas de la izquierda marxista y los demócrata cristianos y aprobados con la abstención del Partido Social Demócrata
El Parlamento portugués ratificó hoy los presupuestos de 2011 del Gobierno socialista , que contienen un drástico programa anticrisis, gracias a la abstención de la oposición conservadora. El Partido Socialista (PS), en minoría parlamentaria, fue el único que votó a favor de los presupuestos, rechazados por las fuerzas de la izquierda marxista y los demócrata cristianos y aprobados con la abstención del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que obtuvo previamente varias concesiones.
El PSD, principal partido de la oposición y favorito ahora en las encuestas de opinión, criticó el proyecto presupuestario socialista pero cumplió su promesa de no bloquearlo para evitar mayores problemas en los mercados, que empujan a Portugal a seguir a Irlanda y Grecia en la lista de los rescates financieros europeos.
El primer ministro portugués, José Sócrates, declaró tras la aprobación que las medidas recogidas en los presupuestos "son difíciles y exigentes" pero constituyen un "sacrificio imprescindible". Portugal "no tiene alternativa sin ese esfuerzo", agregó el dirigente socialista que no dudó en calificar de "larga y difícil" la batalla política de su aprobación.
El presupuesto del año próximo reducirá el déficit fiscal al 4,6% y situará a Portugal entre los países con las cuentas públicas más saneadas de Europa. Sócrates aseguró que Lisboa también va a cumplir su compromiso de cerrar 2010 con el déficit en el 7,3%, dos puntos por debajo del acumulado en diciembre pasado e inferior -destacó- al de Francia, España o Reino Unido, entre otros países europeos.
Pero en alusión a las descalificaciones de los conservadores y las fuertes críticas de la izquierda marxista durante el debate presupuestario, en el que denunciaron que el precio de la crisis lo pagan los trabajadores, el primer ministro subrayó que "no hay espacio para medidas que no sean difíciles".
Hay que pensar en el país, pasar página y concentrarse en ejecutar este presupuesto, exhortó Sócrates, que tuvo que negociar con el PSD una reducción de los aumentos de impuestos previstos y un aumento del ahorro del sector público para conseguir que no lo vetara.
El Gobierno portugués, que ya ha aplicado este año dos planes sucesivos de recorte del gasto público, reducirá en 2011 los salarios de los funcionarios en un 5%, subirá el IVA del 21 al 23%, congelará las pensiones, aumentará la carga impositiva de las empresas y los ciudadanos y recortara todos los subsidios sociales.
También se producirá un frenazo general a las inversiones y gastos del sector público, que emplea casi a una cuarta parte de los más de cuatro millones de trabajadores lusos en activo. La dureza de las medidas económicas aplicadas en Portugal fue la razón principal de la huelga general realizada el pasado miércoles, que convocaron juntos todos los sindicatos por primera vez desde 1988.
Aunque las centrales sindicales la consideraron un gran éxito y exigieron un golpe de timón en la política económica, el Gobierno aseguró que sólo había movilizado a menos de una tercera parte de los empleados públicos y muchos menos del sector privado y anunció que mantendrá su programa de ajustes.
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