ICV escenifica el apoyo de la inmigración que anhelan PSC y CiU
"Si pudierais votar, el PP no se pasaría tanto", dice Herrera
Ponga un inmigrante en su partido, tenga o no papeles, porque ya representan el 16% de la población catalana y, por tanto, dan votos. Ese el anhelo que persigue desde hace tiempo el senador socialista Josep Maria Sala, con el impulso de la asociación Fedelatina, así como el responsable de la sectorial de Inmigración de CDC, Àngel Colom.
Iniciativa-Esquerra Unida escenificó ayer que en eso les lleva la delantera y reunió a más de un centenar de los nuevos catalanes. "Sé que la mayoría no podéis votar, pero convenced a vuestros vecinos desde la panadería, la tienda o donde estéis", les dijo el presidenciable Joan Herrera. "Y os pido también que os comprometáis, para que las agrupaciones sean el reflejo de la sociedad, como ya ocurre en L'Hospitalet, porque algunos solo os quieren debajo de las piedras, para que trabajéis como burros, sin derecho a la educación o la sanidad", añadió.
Pero fue el número 17 de la lista por Barcelona, Juan Carlos Villamizar, de origen colombiano, quien verbalizó mejor la instrumentalización de la inmigración en campaña electoral, más allá de discursos neoxenófobos. "Nosotros no queremos participar en la campaña para que nos inviten a unas cervezas, queremos implicarnos en política", dijo. Y después arremetió contra Alicia Sánchez-Camacho, que ayer recibió de lo lindo. "Siente nostalgia de aquellas épocas en que nos traían en barco para trabajar como vasallos", dijo.
Herrera recordó que ICV-EUiA defiende el derecho de voto de los ciudadanos que tengan un permiso de residencia con más de tres años de antigüedad, así como la incorporación de oficio al censo para votar en las elecciones municipales cuando se firmen convenios con sus países de origen. "Si los inmigrantes pudieran votar, el PP no se pasaría tres pueblos como hace ahora, porque les castigaríais en las urnas", dijo Herrera, que recordó también la oposición de la coalición a los llamados espacios de bienvenida educativa que impulsa la Generalitat en algunos municipios.
El líder de ICV-EUiA también recurrió a la metáfora simple ante su auditorio al asegurar que "algunos" pretenden que los inmigrantes sean "trabajadores kleenex, de usar y tirar". Antes, el número tres por Barcelona, Jordi Miralles, acudió a vocablos en desuso y juegos de palabras obvios. Definió la coalición como "solidaria e internacionalista", y empezó aclarando que aquello no era "un encuentro para ponerle color a la campaña, ni un encuentro exótico o de voces mestizas". "La inmigración es un hecho peculiar de la identidad catalana", remató.
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