Sindicatos y Ejecutivo, debilitados tras la huelga general
El paro del 29-S fue un fracaso para el 65% y un éxito para el 11%
La huelga general ha debilitado por igual a los sindicatos y al presidente del Gobierno. Ninguna de las dos partes ganó la confrontación y ni siquiera fue un empate, sino que se ha convertido en una doble derrota. Así lo revela la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS, el primer sondeo realizado sobre la protesta del pasado miércoles, en vísperas de que el Gobierno y los sindicatos intenten un acercamiento para el que aún habrá que esperar que cicatricen las heridas. Los datos forman parte de una macroencuesta que EL PAÍS ofrecerá mañana íntegra y en la que se incluye la estimación de voto de los partidos.
Sólo un 21% de los trabajadores encuestados, algo más de tres millones de personas, asegura que hizo la huelga, pero del sondeo se deduce que no hay ganador del pulso del 29-S. En las dos grandes huelgas generales anteriores, la de 1988 y la 2002, ganaron claramente los sindicatos porque consiguieron que Felipe González y José María Aznar rectificaran las decisiones que provocaron la protesta, pero esta vez la valoración es mucho más pesimista.
González retiró el plan de empleo juvenil y Aznar sacrificó a su ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, y rectificó su leve reforma laboral. Pero esta vez, el Gobierno asegura que no rectifica la decisión del parlamento y los ciudadanos no perciben a los sindicatos ganadores.
El miércoles un 84% de ciudadanos se sintió libre para actuar ante la protesta, participando o no en la huelga, pero un 14% asegura que se vio coaccionado para hacerla o para no hacerla. Es decir, que a un 7% le coaccionaron los piquetes para no trabajar y otro 7% se sintió forzado por los empresarios para no participar en la protesta. La extrapolación de esos porcentajes se traduce en que casi dos millones y medio de trabajadores se sintió intimidado el miércoles.
Un 6% de españoles, unos dos millones de personas, declara haber participado en las manifestaciones que cerraron la protesta.
La impresión de que la huelga general fue un éxito sólo la tiene el 11%; para el 65% fue un fracaso y el 16% se queda en la zona intermedia del empate, del combate nulo en el enfrentamiento entre los sindicatos y el Gobierno. Por supuesto, la opinión de que fue un fracaso está más extendida entre los votantes del PP, llegando a un 81%, frente al 58% de los votantes del PSOE, que mantienen una afinidad ideológica con los convocantes. De hecho, el propio Zapatero participó en la manifestación que cerró la huelga contra Aznar y luego, como líder de la oposición, exigió una rectificación.
En coherencia con la opinión negativa sobre el resultado de la protesta, la mayoría de los españoles considera que no estaba justificada y que, además, era poco o nada oportuna.
Un 34% de los que creen justificada la protesta, asegura que no participó en ella. Descontado el porcentaje de los que se declaran coaccionados, puede deducirse que uno de cada cuatro españoles veía motivos para la huelga, pero no quiso sumarse a ella.
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