Si el espíritu emprendedor estuviese más valorado, otro gallo nos cantaría

Hoy cumplo 37 años. Un día para estar feliz, y lo estoy. No puedo decir que comparta muchos de los problemas y trayectorias que aquí se han vertido, seguramente porque ya no soy el jovenzuelo inocente aquél . Ahora soy un joven con ilusiones y metas, que sabe lo que quiere.

Advierto un denominador común en casi todas las historias que he leído: la gente, de forma indirecta, espera que alguien le resuelva los problemas. Papá Estado, el Gobierno, los políticos, las subvenciones, las ayudas... Que alguien les de trabajo, oportunidades, un futuro... Muchos se sienten frustrados, muchos engañados porque estudiaron mucho y no han conseguido nada y pretenden que alguien externo se lo facilite. Esto no funciona así. Será que la experiencia te enseña muchas cosas y esta debe de ser una de ellas. El espíritu emprendedor, de sacrificio, de trabajo duro, parece que no existe en la sociedad (española) actual.

Habrá que preguntarse las razones por las que esta sociedad española es la que más paro tiene, la que más economía sumergida ostenta, la que menos movilidad entre ciudades tiene, la que un porcentaje elevadísimo de sus jóvenes quiere ser funcionario, el país que más ayudas y subvenciones entrega a cualquier cosa, el que menos industria tiene de los países "industrializados", el que más mano de obra inmigrante trae para cubrir los puestos "denigrantes" y "duros" que nosotros no queremos, etc, etc.

En este país el emprendedor es el que genera trabajo. Las pymes son las que crean más del 80% del empleo, pero aquí la imagen de empresario sigue estancada en el gordo fumador de puros, tirano y sentado en un Mercedes, cuando eso ya pasó a la historia. Empresarios ahora somos los autónomos, los de la tiendita de la esquina, la de la peluquería, la panadería, la tienda de deportes, la franquicia... No las 4 grandes empresas.

No he leído nada sobre emprender, sobre buscarse la vida de forma autónoma, crearte tu propio trabajo, dar trabajo tú a los demás y que no sea siempre que te den trabajo. Si el espíritu emprendedor, crear, la ilusión, ponerse metas, etc, estuviese algo más valorado en este país, otro gallo nos cantaría.

Lo cuenta uno que luchó por acabar sus estudios, hacer un master, otros cursos de especialización y ha ido cambiando de curro hasta encontrar el que le gustaba; escribe el que ha montado varias empresas, con mejor o peor fortuna, el que ahora mismo está arruinado y pendiente de un embargo bancario por haberse metido a empresario.... pero lejos de llorar, recriminar al Gobierno y esperar que me saquen las castañas del fuego, ya estoy pensando en el siguiente negocio que me ilusione. Idear algo, crear mi trabajo, generar valor y riqueza, generar empleo... Ser mi propio jefe.