El eterno estudiante-parado comparte piso
No me falta formación, ni experiencia, ni ganas. Lo que me falta es un empleo con contrato y salario digno, además del reconocimiento de un país que me aporta menos que yo a él
Soy un joven de 31 años, que actualmente reside en Madrid, y que está en la empresa más grande del país desde el mes de abril. Cobraré subsidio, si no se lo regalan también a los bancos, hasta el mes de diciembre. Hasta este mes he cobrado unos 910 euros de subsidio, y el mes que viene es el primero que ya no gano el 70%, sino el 60% de mi base reguladora, es decir, unos 750 euros.
Antes del paro, disfruté de una beca-contrato de investigación durante cuatro años, pudiendo estudiar en Universidades Extranjeras y recibiendo un complemento por ello. En realidad, siempre que tenía ocasión, aprovechaba esta oportunidad, más que nada huyendo de no tener que sustituir al Catedrático de turno en la Universidad a la que estaba adscrita mi beca, y así poder dedicar más tiempo a mi tesis. Todo esto ya se acabó, y aunque en mi departamento tendrían necesidad de profesores ayudantes (los que aún no son doctores y están en fase de finalización de tesis) para lidiar con lo que se avecina del "Plan Bolonia", quien tiene que "sacar" las plazas, sólo las saca para profesores asociados (que ya tienen un trabajo, y que dedican unas pocas horas a la Universidad) y para algún que otro Profesor Titular que ha conseguido habilitarse "por silencio administrativo" (sin comentarios).
Antes de volver a estudiar la doble licenciatura que hice antes del Doctorado, estuve tres años regentando negocios de hostelería con uno de mis hermanos, en nuestro pueblo, uno más al sur de Madrid. Dejé todo ese mundo de dinero fácil y opulencia porque siempre serví para estudiar; lo dejé porque en mi familia somos muchos, y hacía falta dinero. Vendí mis participaciones en la empresa, me saqué las tres asignaturas que me quedaban de 2º de Bachillerato - LOGSE, saqué la selectividad y me metí en una carrera doble, que había que estudiar entre Madrid y París. Durante los cuatro años de carrera, siempre fui becado, con mayores o menos cuantías, dependiendo del Gobierno de turno, y fui sostenido económicamente por mi familia (muy humilde) por ser el hijo menor y el primero en obtener una carrera universitaria.
De modo que, no sólo tengo experiencia temprana en el mundo de la pequeña empresa (fundamos mi primera S.L. cuando tenía 18 años), sino que además, soy bilingüe español-francés, tengo nivel alto de italiano y medio de inglés, experiencia de cinco años como abogado en ejercicio, experiencia de cinco años como Profesor de Derecho Público (en Universidad y en academias de oposiciones), y paralelamente me formé como Instructor de Movimiento Expresivo (una afición como puede ser el yoga o el aerobic). Mucha formación y mucha experiencia en diferentes profesiones, pero igual de desempleado que el 20% famoso. Ahora simultaneo la finalización de mi tesis (en cuatro años de beca, si se tiene que trabajar dando clases, créanme que no se puede hacer una tesis digna) con algún que otro trabajo como profesor de academias de oposiciones, como abogado y como instructor de movimiento expresivo (todo ello en "economía sumergida" porque no me hacen contratos).
Llevo además los últimos 11 años de mi vida compartiendo piso, porque no puedo pagar el alquiler de lo que cuesta uno entero en Madrid.
Como veis, no me falta formación, ni experiencia, ni ganas, ni dinamismo, ni espíritu emprendedor; lo que me falta es un empleo con contrato y salario digno y, por qué no decirlo, reconocimiento de unas instituciones públicas y de un país que siento que me aporta menos de lo que yo le he aportado. Me viene a la mente una consigna que gritábamos en las manifestaciones de estudiantes, cuando estaba en el Instituto, hace ya unos 15 años, que decía: "Si somos el futuro, por qué nos dan por..."
Juan Sin Tierra
* Este lector ha pedido expresamente que no facilitemos su nombre y firma con Juan Sin Tierra
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