El recurso de Cobo da por hecho que hubo "carta blanca para espiar"

El recursos presentado el pasado martes por el vicealcalde madrileño, Manuel Cobo, contra el archivo de la investigación judicial que investigaba el espionaje que sufrió presuntamente a manos de agentes del Gobierno de Aguirre proclama que en dicho Ejecutivo hubo "carta blanca, aparentemente" para tales actuaciones ilegales. "El que impartió esas órdenes como autoridad o alto cargo de la Comunidad de Madrid estaba ordenando algo a sabiendas de su ilicitud, pues la contravigilancia ni corresponde a funcionarios de la Comunidad de Madrid, ni la propia estructura y competencias de la dirección general ?44 técnicos de seguridad y seis asesores de seguridad? podía quedar al antojo de su titular al margen del ordenamiento jurídico", afirma dicho escrito.

El recurso, a partir de todas las pesquisas ya practicadas, llega a una conclusión muy distinta a la de la juez: "Los imputados han estado recibiendo órdenes para realizar unos seguimientos que nada debería tener que ver con su trabajo como funcionario público". Y continúa: "En la instrucción, entendemos, falta la práctica de pruebas que, propuestas por las partes, no han sido proveídas; además, hubo diligencias pedidas por el fiscal que no se practicaron por no dar cumplimiento a las mismas la Comunidad de Madrid".

Entre las pruebas vetadas por la juez figuran los datos sobre el uso de vehículos oficiales de los sospechosos y de sus móviles en los meses del espionaje con detalle del coste que supuso para el erario público, elemento clave para valorar la malversación.

Pero el escrito del letrado oficial del vicealcalde también echa en falta en la investigación elementos como los datos sobre los posicionamientos de los ocho agentes de Francisco Granados investigados en algunos días clave de los seguimientos. Por ejemplo, el 11 de abril, día en el que Cobo estuvo fuera de Madrid y los espías lo estuvieron buscando sin éxito en su domicilio y despacho. "El parte refleja un dato que no era posible conocer, que Cobo no estaba en su domicilio, y que no pernoctó en su casa". Y, en contra de la tesis de la juez de que los posicionamientos en el centro de Madrid no son fiables, el recurso destaca que el 8 de abril "cuando el parte dice dónde se encuentran, juntos esta vez, C [Cobo] y P [Prada] y a qué hora salen de la sede del partido, los móviles de Caro y Coronado [asesores de Granados] delatan que también están allí. Y en ese lugar no hay ninguna consejería de la Comunidad para vigilar".Uno de los guardias llegó a confesar a la juez que alguna vez vigilaron la sede del PP.

El escrito pone en evidencia que los posicionamientos que se juzgan poco fiables o casuales cuando se producen junto al despacho de Cobo luego siempre conducen a la vigilancia de Prada, en actos públicos y privados, "lo que no es ya tan explicable". El recurso también rebate la tesis de la juez de que los partes solo contienen generalidades: "Lo que ya es más difícil de anticipar son los actos privados, las personas que acompañaban al señor Prada a los mismos, o los vehículos que se encontraban aparcados. Y, desde luego, lo que resulta difícil es hacer coincidir los lugares y horas a los que aluden los partes con los lugares y horas en que las llamadas de los móviles usados por los imputados son recogidos por los repetidores". En este sentido, se recuerda que se solicitó investigar la base de matrículas para saber qué agente consultó los coches anotados en los partes.

"Existen indicios más que suficientes para determinar que los imputados han tenido una participación activa, tanto en los seguimientos como en la confección de los partes, sin que en la instrucción se hayan realizado las investigaciones precisas para determinar tales circunstancias".