Chávez amenaza con romper relaciones con Colombia
El presidente venezolano dice que no asistirá a la toma de posesión de Santos, el nuevo presidente colombiano
El presidente venezolano Hugo Chávez no sólo ha dicho que se niega a asistir a la toma de posesión del nuevo presidente colombiano, Juan Manuel Santos. Chávez también está pensando, una vez más, en romper relaciones con Colombia, si el Gobierno de este país sigue acusándole de albergar en su territorio a guerrilleros de las Fuerzas Revolucionarias del Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN). "Si [Álvaro] Uribe sigue irrespetándonos, señalándonos sin ningún fundamento de que estamos ocultando terroristas (...) Si siguen con su locura yo, en las próximas horas voy a romper relaciones con el gobierno de Colombia", dijo el viernes el presidente-comandante durante una larga alocución a través de la televisión nacional.
Para Chávez, la reiteración de las denuncias del supuesto vínculo entre su Gobierno con grupos irregulares colombianos, es un plan fraguado en "el Imperio" para enrarecer la relaciones bilaterales antes de la toma de posesión del nuevo gobierno. El instrumento de esa trama sería el presidente Álvaro Uribe Vélez, de quien ha hablado en estos términos: "Ahí tienen un presidente lleno de odio, es un mafioso, es capaz de cualquier cosa. Nosotros estamos alertas y no vamos a permitir que ese presidente lleno de odio hacia a Venezuela y hacia mí y hacia (Simón) Bolívar, vaya a irrespetar la soberanía de Venezuela".
Este nuevo impasse entre Venezuela y Colombia ocurre cuando las relaciones comenzaban a normalizarse. En agosto de 2009, el presidente Hugo Chávez rompió todo vínculo con el Gobierno vecino, por estar en desacuerdo con la firma de un acuerdo con Washington que les permitiría a las tropas estadounidenses utilizar bases militares colombianas. Era la tercera vez que lo hacía en cinco años, pero la primera oportunidad en que a las diferencias políticas se añadía la ruptura en el ámbito comercial.
Desde principios de este año, Caracas y Bogotá habían dado muestras de querer reconciliarse: ambas Cancillerías reestablecieron a sus embajadores, que en varias oportunidades habían sido llamados a consultas, y el presidente Chávez había autorizado a su ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, a reunirse con la futura canciller de Santos, María Ángela Holguín. Pero este viernes, Chávez ordenó el regreso al país de sus representantes diplomáticos en Bogotá.
El presidente venezolano ha manifestado también en varias oportunidades que mientras Álvaro Uribe continúe en la Presidencia de Colombia será difícil recobrar la armonía de las relaciones. Chávez ha dicho ayer que su expectativa era abrir un nuevo capítulo con el mandatario electo, Juan Manuel Santos, a pesar de que él "no es ningún santo de nuestra devoción". El primer gesto del reencuentro, dijo Chávez, iba a ser su asistencia a la toma de posesión de Santos "a pesar de los riesgos que implica para mí ir a Colombia". "Pero ya con esto (las nuevas denuncias de la cancillería colombiana) no debo ir, porque Uribe es capaz de cualquier cosa en estas últimas horas", fue su conclusión.
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