"Visto lo que hemos visto, todo un desastre"

Las comparecencias en la comisión de investigación del caso Palau siguen su ritmo, tras aplazar ayer las comparecencias de Félix Millet y Jordi Montull, ex presidente del Palau de la Música y su mano derecha, para evitar la imagen de los dos saqueadores confesos del Palau, en prisión provisional, acudiendo esposados al Parlament.

Si ayer se evidenció como Millet hacía valer su influencia en las administraciones, hoy se ha constatado el control que llevaba sobre las personas que debían controlar las cuentas del Orfeó Català, la entidad privada vinculada al Palau. ¿Quién iba a desconfiar del señor Millet? Esta ha sido la explicación que ha dado Manuel Bertrand, contador del Orfeó. Bertrand ha explicado a los diputados que las cuentas del coro se revisaban una vez al año, y pasaban por sus manos y las del tesorero una hora y media antes de la reunión para que dieran su visto bueno. "Visto lo que hemos visto, todo un desastre", ha resumido su gestión, y ha justificado que nunca elevaran una queja por esta manera de llevar las cuentas: "Había tanta confianza con el señor Millet que considerábamos que era normal. Hubiera sido una forma de desconfianza proponer otro sistema, no nos atrevíamos a decirlo".

Esta mañana también han comparecido el consejero delegado de la constructora Copisa, Xavier Tauler -que dio dinero a la fundación de CDC-, y el comercial Salvador Oller, de la empresa Letter Graphic, que hace el buzoneo de CiU y facturó 900.000 euros al Palau por trabajos no justificados. Tauler ha reiterado que nunca dio dinero a CDC, aunque sí reconoció haber financiado a la fundación Trias Fargas por entrar dentro de su "responsabilidad social corporativa". La cifra de la subvención la "sugerían" los gestores de la propia fundación. En cualquier caso, concretó, estas donaciones no estaban vinculadas "a la adjudicación de grandes obras públicas".

Menos receptivo estuvo Oller, que, igual que otros representantes de las empresas de buzoneo de CiU, no respondió a las preguntas. En su intervención inicial explicó que los 900.000 euros facturados al Palau se dedicaron a captar socios.

Convergència se queja en cada jornada de comparecencias de la "persecución" que a su juicio supone la comisión de investigación. Hoy ha elevado la queja a la mesa de portavoces del Parlament. El portavoz de CiU, Oriol Pujol, ha pedido formalmente que se anule la comisión de investigación por "inoperante y caótica". El partido considera que las comparecencias no han logrado probar la financiación irregular de CiU y en cambio sí han demostrado las irregularidades entorno al hotel del Palau.

En la mesa también se ha hablado de la comparecencia para este tema de Antoni Castells, consejero de Economía. El deseo del PSC es que comparezca en la comisión de Economía, mientras que CiU quiere que lo haga en la investigación. El presidente del Parlament, Ernest Benach, contactará con los portavoces para acotar la comparecencia de Castells.