La juez absuelve a Rus porque no están identificados los profesores a los que insultó

El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, utilizó una expresión "claramente insultante" cuando llamó "gilipollas" los profesores de valenciano en un acto del PP en abril de 2009. Su intención "no era otra que la de vejar la imagen y dignidad" de los destinatarios del insulto de "una forma innecesaria y absolutamente gratuita" y provocar "las risas y el aplauso de un público complaciente". Así lo afirma la juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Xàtiva en el fallo en el que, no obstante, absuelve al también presidente provincial del PP de una falta de amenazas y otra de injurias.

La sentencia no ve amenazas en el discurso de Rus, pero sí injurias. Pese a ello, le absuelve porque considera que los denunciantes, el sindicato STEPV y miembros de Escola Valenciana, no cumplen la condición de "ofendidos penales". Según el fallo, los insultos de Rus, que animó en su discurso a "rematar" a los docentes que usan expresiones como "gairebé" y "aleshores" y les llamó "gilipollas", iban dirigidos a un grupo de profesores que no están identificados y que se manifestaron días antes a las puertas de la Diputación de Valencia en contra del proceso de Bolonia. Entre los manifestantes no estaban los demandantes de Escola Valenciana y STEPV, motivo por el que la juez considera que debe absolver a Rus.

La juez analiza el discurso de Rus en el contexto de la libertad de expresión, que tiene un margen más amplio en actos políticos, y concluye que "gilipollas" y "vamos a rematarlos" no pueden calificarse como expresiones "necesarias para la exposición de ideas", ya que la primera es "hiriente e insultante". "Es absolutamente innecesaria y superflua" porque hay formas de exponer opiniones y criticar comportamientos "sin necesidad de tener que recurrir al insulto zafio, tosco y vulgar".

Aunque el insulto de Rus es "apto para colmar el tipo penal de la falta de injurias", la juez considera que lo "delimitó" al referirse a los manifestantes que "van a hablar de Bolonia", en referencia al nuevo marco universitario. Así, la juez interpreta que el "objetivo" de sus insultos era un "grupo de profesores concreto" que no están identificados en el procedimiento y son los que se manifestaron ante la Diputación, comodefendió en el juicio el abogado de Rus. Ni los denunciantes de Escola ni el colectivo sindical participaron en esa protesta, por lo que no pueden ser tenidos en cuenta como "sujetos ofendidos", sin perjuicio de que se consideraran insultados "desde su propia perspectiva personal, lo que no sirve para integrar en este caso concreto la necesaria tipicidad penal", concluye la juez.

Respecto a la expresión de Rus invitando a "rematar" a los profesores, la juez no ve una amenaza porque se dijo durante un mitin político y en el marco de una crítica hacia quienes defienden "una política lingüística diferente a la línea marcada" por el PP. "No es más que una advertencia política relacionada con el proceso electoral que iba a tener lugar en breve", en referencia a las elecciones europeas de 2009, y los propios denunciantes dijeron sentirse ofendidos, "pero no intimidados o amedrentados".