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El 40% de los conductores cree que las señales de velocidad están para multar

Los consultados sólo aciertan la mitad de ocho señales de tráfico propuestas en un test.- El 31% afirma que "la señalización incorrecta" a veces obliga a realizar maniobras bruscas de riesgo.- Los indicadores peor valorados son los de orientación, los situados en carreteras secundarias y los de obras

Las señales de tráfico pueden ser la mejor de las ayudas para el conductor o un infierno que lleva a provocar un accidente. Su grafía, su tamaño, su deterioro o la concentración excesiva representa un obstáculo que dificulta la orientación, genera estrés a los automovilistas y puede desembocar en una situación peligrosa.

En las carreteras españolas hay miles de señales, son la hoja de ruta de los usuarios de la vía. Las más temidas: las que limitan la velocidad; las más odiadas: las que supuestamente deberían conducirnos a un destino concreto y nos engañan llevándonos a otro. A grandes rasgos, las señales no generan confianza entre los automovilistas, pero unas lo hacen más que otras. Un estudio con 1.723 entrevistas elaborado por la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), la Confederación de Autoescuelas (CNAE) y Zurich Seguros ofrece algunas pinceladas muy significativas sobre el lenguaje de la carretera.

Más información
Informe sobre las señalización en las carreteras españolas
Cuando las señales nos traicionan

Existe un dato preocupante, que fue destacado esta mañana, durante la presentación del informe, por el catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, Luis Montoro: aunque los españoles aseguran que conocen el 81,3% de las señales de tráfico, al realizar un pequeño test con ocho indicadores, los encuestados sólo reconocen la mitad. Una de las señales propuestas a los encuestados era la que indicaba "peligro, circulación en ambos sentidos". La desconocía el 32%. Pero hay más resultados alarmantes: Hasta un 5,1% (en el caso de Madrid) desconocía el significado de la señal de Stop.

Una buena parte de esta investigación se refiere a las indicaciones viales sobre limitaciones de velocidad. Sólo la mitad de los españoles cree que las señales están colocadas en los lugares adecuados, la mayoría opina que no se ajustan al peligro real y el 40% considera que se ponen para multar. Siete de cada 10 conductores no se fían de estas limitaciones. Curiosamente, esto se produce más en el caso de las mujeres.

Uno de los aspectos que más preocupa es el de las deficiencias de la señalización, que estén arracimadas, que no haya señal alguna, que estén deterioradas o colocadas incorrectamente. El 31% de los consultados asegura que la señalización incorrecta a veces obliga a realizar maniobras bruscas de riesgo, y el 19% reconoce que ha estado a punto de tener un accidente de tráfico por este motivo.

Las carreteras secundarias, las peores

Más de un tercio se queja de que las señales están equivocadas, mal puestas o son contradictorias. Y en este sentido las peor valoradas (para el 40%) son las de orientación, especialmente en el entorno o dentro de los cascos urbanos; aunque también salen muy mal paradas las de las carreteras secundarias. Llegar a un centro comercial desde las afueras de una gran ciudad es, paradójicamente, en muchos casos, más sencillo que encontrar el centro urbano. El 60% considera que hay zonas en las que falta señalización, el 42% que hay señales abandonadas y el 40% que hay demasiadas señales juntas.

Los conductores tienen derecho a que los consejos, informaciones y prohibiciones cumplan cuatro reglas básicas: que puedan ser vistas; que su mensaje se lea fácilmente a la velocidad máxima permitida; que sea comprensible, y además creíble. Fomento debe marcar las pautas. Después, el titular de la vía es responsable de su colocación y mantenimiento. La maraña de competencias (estatal, autonómica, de diputaciones, o local) hace muy difícil una armonización de esos criterios. A esto se añade, en las comunidades bilingües, la rotulación sólo en el idioma local.

Si hay un tipo de señales que tiene mala fama, al margen de las de limitación de velocidad, son las que se refieren a tramos en obras. Los automovilistas se quejan de que están mal colocadas o que cuando terminan los trabajos esos indicadores quedan abandonados con frecuencia. En resumen, se consideran peligrosas y con una credibilidad muy baja. Son las peor valoradas, con un 5,8 sobre 10. Mientras que las que obtienen mejor nota son las de obligación y/o prohibición, que alcanzan un 6,5 sobre 10.

Otro problema es la gran concentración de indicadores en algunos puntos. El exceso de información genera en el automovilista un "estrés perceptivo, que le aturde y le arrebata la atención debida a lo que ocurre a su alrededor". Por eso, distintas investigaciones llevadas a cabo aconsejan no incluir en un mismo panel informativo más de cinco mensajes y evitar la concentración de señales en un único poste.

En general, los indicadores de las carreteras reciben una nota de 6,3 sobre 10; mientras que las carreteras obtienen 6,4. Por tipo de vía, son las autopistas y autovías las que se llevan la mejor nota en cuanto a señalización: un 7 sobre 10; mientras que las de carreteras secundarias sólo rozan el aprobado, quedando en última posición por detrás de las carreteras nacionales y las vías urbanas.

Evitar 30 muertes anuales

Los expertos calculan que con una mejora de los mensajes viales se podrían evitar entre un 5% y un 10% de los siniestros, lo que se traduciría en cerca de 30 muertes anuales y miles de heridos menos. El desembolso, según el único cálculo dado a conocer por el Ministerio de Fomento, hace ya 10 años, se amortizaría en dos años y medio, y reduciría el riesgo de mortalidad en un 39%. Pero son sólo estimaciones, porque la señalización deficiente es la hermana silenciosa de los siniestros: casi imposible de demostrar, salvo en casos clamorosos.

La mejora de la señalización (horizontal y vertical), junto con la inversión en una iluminación correcta y la adecuación de los laterales de las calzadas, para minimizar los daños en caso de salida de vía, son las medidas más efectivas y baratas para evitar accidentes. En Alemania existe la llamada "fórmula cero", que consiste en la intervención inmediata en los puntos donde se produce un accidente mortal. "Y eso es lo que deberíamos hacer", dice.

El último dato comparativo de la inversión del Estado y de las autonomías fue dado a conocer por la Asociación Española de la Carretera (AEC) en 2006. En un exhaustivo estudio revelaba la necesidad de repintar casi 45.000 kilómetros de marcas viales y de reponer 325.000 señales. Caducan a los siete años. La lámina retrorreflectante va perdiendo eficacia y cuesta más leer sus mensajes por la noche. AEC estimaba que la mitad de las señales supera esa antigüedad.

En las encuestas europeas sobre los mensajes viales y sus soportes, España no sale tan mal parada. Al contrario. Según un sondeo del RACC y el RACE, el 56% de los europeos reconoce problemas para comprender las señales. En España, sólo el 35%. Además, los españoles son los europeos que más se fían, en caso de contradicción, de la señalización tradicional frente a los dispositivos GPS. La principal queja de los españoles es la deficiente colocación de los indicadores.

Desde el año pasado los fiscales de Seguridad Vial vienen prestando una mayor atención a los problemas de las infraestructuras y de las señales para castigar penalmente a funcionarios, titulares o contratistas cuya negligencia ponga en peligro la seguridad vial.

Aunque en las sucesivas reformas legales que se han producido en los últimos años, el Parlamento ha reclamado una revision y mejora de la señalización, hasta ahora nadie parece haberse puesto manos a la obra. Es una de las grandes asignaturas pendientes de la seguridad vial en las carreteras españolas.

La señal principal está tapada por la vegetación. Unos metros más allá, la señal de recuerdo sólo se ve cuando ya no hay posibilidad de cambiar de carril.
La señal principal está tapada por la vegetación. Unos metros más allá, la señal de recuerdo sólo se ve cuando ya no hay posibilidad de cambiar de carril.
Un estudio sobre el conocimiento de las señales revela que en España hay una gran diferencia entre lo que dicen saber los conductores acerca de las señales y lo que realmente saben. Los conductores españoles creen conocer el 81,3 por ciento  de las señales existentes, pero la realidad indica que sólo aciertan poco más de la mitad de las preguntas del test sobre las señales: 52,2 por ciento.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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