Garzón cita a los tres policías que le ha pedido la Audiencia por el chivatazo a ETA
Exige a la Policía informes detallados sobre la intervención de llamadas y a Francia que explique por qué se suspendió la operación
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha comenzado a cumplir el auto que hizo público ayer la Sala de lo Penal del propio tribunal en el que se le exigía que la instrucción del denominado caso Faisán, en el que se investiga el supuesto chivatazo a ETA del inicio de una operación policial, se agote "hasta los extremos que sean necesarios", informa Manuel Altozano.
En el auto, cuyo ponente es el magistrado Enrique López (candidato del PP al Tribunal Constitucional), la Sala pide a Garzón que practique tres nuevas pruebas, entre ellas que interrogue de nuevo al agente C.G., uno de los coordinadores de la operación dirigida por el juez Grande Marlaska, y al que inicialmente se apuntó como filtrador. Hoy mismo, Garzón ha citado a este agente y a otros dos que participaron en dicho operativo.
Garzón interrogará mañana a los tres agentes a partir de las cinco de la tarde.
Además, Garzón ha pedido hoy a la Policía Nacional que presente en 24 horas un informe con los datos de identificación de la cabina telefónica situada en Francia desde la que supuestamente hacía las llamadas Joseba Elosua, presunto receptor de la filtración, y si ésta estaba intervenida judicialmente. En caso positivo, Garzón exige a la Policía que detalle en el informe las llamadas que se realizaron el día 4 de mayo de 2006 desde las 10 de la mañana hasta las 16.00.
Asimismo, el juez instructor ha pedido que se le detallen las llamadas salientes con destino al etarra José Antonio Cau y los datos de todos los fijos y móviles intervenidos en Francia relacionados con el caso.
Por otro lado, Garzón ha pedido a Francia que le informe de si se realizó algún tipo de investigación y análisis de las llamadas de Elosua a Cau o a cualquier otro etarra relacionado con el aparato de extorsión y una copia de las transcripciones de las conversaciones intervenidas a Cau. Esta prueba llevará más tiempo ya que exige una comisión rogatoria.
Por último, Garzón pregunta a Francia por las razones que llevaron a suspender la operación policial contra el aparato de extorsión de ETA y si dicha suspensión se debió al chivatazo.
Las pesquisas del soplo envenenado
- ¿Qué es el 'caso Faisán'? Se trata de la investigación de un presunto chivatazo a Joseba Elosua, dueño del bar Faisán de Irún y supuesto intermediario con ETA en el cobro de la extorsión del impuesto revolucionario, de que entre los días 4 y 6 de mayo de 2006 el juez Fernando Grande-Marlaska iba a desencadenar una operación contra la red de extorsión, en la que iban a ser detenidos el propio Elosua y 15 personas más. El bar llevaba más de 20 años investigado, incluso con cámaras ocultas.
- ¿Cómo fue el chivatazo? Según una conversación grabada el 4 de mayo a Elosua y su yerno Carmelo Luquin en el coche del primero (con micrófonos de la policía), esa misma mañana un agente entró en el Faisán y le pasó a Elosua un teléfono móvil. Al otro lado, un supuesto mando policial le advirtió de la inminente operación. El objetivo: detener a Elosua cuando iba a entregar a José Antonio Cau, de la red de cobradores de ETA, nueve millones de pesetas que le habría entregado como pago de la extorsión el dirigente del PNV Gorka Aguirre, ya fallecido, y que pudo haber sido detenido.
- ¿Se ejecutaron las detenciones? Sí, pero no en la fecha señalada, entre otros motivos, porque Cau no entró a España sino que Elosua fue a Francia. Y las autoridades francesas no consideraron suficientes los indicios y pruebas para detenerles. La operación se hizo en junio de 2006. Cayeron 16 personas, incluidos Elosua, Luquin y Cau. La mayoría sigue en prisión. No escapó ninguno.
- ¿Se investigó el soplo? Sí, por el mismo policía que detuvo a Elosua. La causa sigue abierta. Se han investigado 1.932 llamadas de teléfono, se ha interrogado a 63 personas (14 de ellas, policías o mandos), se han celebrado ruedas de reconocimiento, comisiones rogatorias a Francia... Tras analizar el cruce de llamadas, la hora del presunto soplo y las personas que estaban cerca del Faisán, fueron imputados un inspector de policía de Álava (José María B.), al que se achaca el darle el teléfono a Elosua y al que éste no reconoció ni en foto ni en persona; el jefe de Policía del País Vasco (Enrique Pamiés), de quien se dice que es quien habla a Elosua, y el entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo. Los tres han declarado y, según el fiscal y el juez, han dado explicaciones coherentes y comprobables. Sólo les señala el tráfico de llamadas, por lo que el fiscal sugiere archivar la causa. El primero era el hombre de confianza del segundo y éste, amigo de García Hidalgo. No estaban al tanto de la operación y estaban vinculados por amistad y estructura jerárquica.
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