Una bala en el estómago de un acusado retrasa el juicio por el asalto al yerno de Ferri

Primero fue un imputado presuntamente despistado y después una bala en el estómago de otro. Con esos contratiempos se ha encontrado hoy el tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Valencia en el día fijado para el inicio del juicio por el asalto al chalet en Canals (Valencia) del yerno del que fuera dueño de la empresa textil Ferry's el 4 de enero de 2006. A ambos problemas les puso solución el tribunal. Al imputado en libertad que tenía que desplazarse desde Vinaròs porque se le había olvidado el juicio le dijo que se personara en la sala, que se le esperaría. Al otro, cuyo abogado dijo que su cliente tiene alojada una bala en el estómago del arma del dueño de la casa, Francisco Ramírez, y que consideraba inexcusable que se comprobara que así era para tener todos las pruebas disponibles, el tribunal le dijo que no, que se le harán las pruebas que se consideren y si después hay que proceder contra alguien, lo hará.

Así las cosas, pasadas las tres de la tarde empezaba un juicio previsto para las 10 de la mañana. Once son los imputados por el asalto al chalet, ocho de ellos como autores materiales. El fiscal pide para ellos penas que van desde el año y medio a los casi 21 años por robo con violencia, por lesiones, por tenencia ilícita de armas depósito de armas de guerra, entre otros. Todos ellos han negado su participación en los hechos. Hay en el juicio una acusación particular contra Francisco Ramírez porque el empresario usó su arma para neutralizar a los asaltantes, que ataron a su mujer y a él lo llevaron a punta de pistola a la planta de arriba de la casa para que abriera las cajas fuertes, y mató a dos de los ladrones. Los familiares de las víctimas piden para Ramírez 30 años de prisión. El fiscal considera que fue legítima defensa y no pide pena alguna.

Eran las 20.15 del 4 de enero de 2006 cuando una banda de atracadores saltó el muro de la finca de Ramírez en Canals y accedió así a la parcela. Lo primero que encontraron fue la caseta donde vive el guarda. A él y a su hijo, los amordazaron, les robaron las llaves de la vivienda principal y se dirigieron a ella. Allí se toparon con el matrimonio Ramírez-Ferri. Les amordazaron y ataron mientras registraron la casa. Después, a punta de pistola, supuestamente, Ramírez acompañó a dos de los asaltantes al dormitorio principal de la vivienda, donde estaban las cajas fuertes. De dentro de una de ellas, Ramírez cogió una pistola y disparó. Uno murió en el acto. El otro se desangró en el jardín.