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Rabat deja volver a Haidar sin condiciones

La actuación conjunta de los Gobiernos de España, Francia y Estados Unidos permitió que la activista saharaui pudiera regresar anoche a El Aaiún

Aminetu Haidar volvió a su casa. Tras 32 días de huelga de hambre en Lanzarote, Marruecos dio finalmente su visto bueno para que la más célebre de las activistas saharauis regrese a la ciudad de El Aaiún, de donde fue expulsada el 14 de noviembre a Canarias.

El avión que voló de Arrecife hasta El Aaiún -un aparato medicalizado fletado por el Ministerio de Asuntos Exteriores español- aterrizó poco antes de la una de la madrugada de hoy viernes. A bordo viajaba la hermana de la activista, Leila, y el médico Domingo de Guzmán.

El avión tuvo que sobrevolar el Sáhara durante casi una hora antes de obtener la autorización para tomar tierra. Le esperaba en la pista una ambulancia para trasladar a Haidar a su casa, pero ella se negó a subir y pidió que la recogiese el vehículo de su familia. Se permitió su entrada al recinto aeroportuario. La policía marroquí devolvió entonces a la activista el pasaporte que le había quitado hace un mes.

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El regreso de Haidar ha sido fruto de intensas negociaciones, desde el martes hasta ayer mismo, entre los gobiernos de España, EE UU y Francia con Marruecos, según indican fuentes diplomáticas.

Precisamente, la secretaria de Estado Hillary Clinton ha mostrado en un comunicado su agradecimiento a Marruecos por haber aceptado el regreso de Haidar. Clinton asegura que la decisión es un "reflejo de la generosidad" del país norteafricano y aboga por encontrar una solución rápida al problema saharaui.

Washington, adonde se desplazó el jefe del servicio secreto marroquí, y París, donde estuvo el ministro de Exteriores de Marrruecos, han sido los principales escenarios de esas conversaciones. "El acuerdo fundamental se fraguó entre Marruecos y EE UU", aseguró Fernando Peraita, portavoz de la plataforma de apoyo a la independentista.

En su comparecencia de ayer, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, el ministro Miguel Ángel Moratinos resaltó que durante su entrevista con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el lunes en Washington, se abordó "de manera muy seria e intensa" la situación de Haidar, a pesar de que su anfitriona evitara mencionar el asunto en la rueda de prensa.

Costó convencer a la activista y a su abogada, Inés Miranda, de que la operación que se preparaba ayer no iba a fracasar como la del 4 de diciembre pasado. Haidar embarcó ese día en un avión que no llegó a despegar de Lanzarote porque Rabat retiró la autorización que había dado para que aterrizase en El Aaiún.

Bernardino León, secretario general de la Presidencia del Gobierno, repitió por teléfono, hasta la saciedad, a Inés Miranda que esta vez iba en serio. "El presidente se ha implicado personalmente", recalcó León. Poco antes, el propio jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, había llamado a Pilar del Río, la esposa del Premio Nobel José Saramago, que vive en Lanzarote. Le comunicó la buena nueva del acuerdo.

Del Río se dirigió entonces a Inés Miranda para darle la noticia. La letrada entró en la UVI y se lo trasladó a la independentista saharaui, que dio su aprobación. Para que tuviese todas las garantías, Moratinos le envió además una carta en la que le daba su palabra de que no habría problemas para que aterrizara en El Aaiún.

Rabat comunicó públicamente su acuerdo minutos después del aterrizaje del avión y mediante un escrito que invoca "la dimensión humanitaria". En la edición de hoy del diario Al Jarida al Oula de Casablanca el gran amigo del rey, Fouad Alí el Himma, declara: "Marruecos puede aceptar que Haidar regrese por razones humanitarias y sin condiciones".

En realidad ha habido algunas condiciones. El Gobierno español se movió, a través del grupo socialista en el Parlamento Europeo, para que se cancelase ayer la votación de una resolución instando a Marruecos a permitir de inmediato la vuelta de Haidar.

Los comunicados publicados anoche por el Gobierno español y el presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy, conllevan aún más concesiones a Rabat. El español empieza resaltando el "agravamiento de la situación humanitaria de la señora Haidar" por lo que pide a Rabat que su "retorno pueda tener lugar a la mayor brevedad".

"Este gesto honraría a Su Majestad el Rey de Marruecos (...) y pondría una vez más de manifiesto su compromiso con la democracia y la consolidación del Estado de derecho", añade. Concluye con una concesión más concreta a Rabat. Constata que, mientras se resuelve el contencioso de la ex colonia española, "la Ley marroquí se aplica en el Sáhara Occidental".

Sarkozy narra en su comunicado que, hace tres días, pidió al rey Mohamed VI que, en "sintonía con la tradición de apertura y de generosidad" de su reino, entregue a Haidar su pasaporte a lo que el monarca accedió, dos días después, en un mensaje remitido al presidente. El presidente francés va más lejos y respalda en el texto la propuesta de Marruecos de resolver el contencioso del Sáhara otorgando al territorio una amplia autonomía.

Ante el Congreso, Moratinos señaló que de esta crisis podían sacarse aspectos positivos. Uno es el acuerdo con EE UU y Francia para lanzar una iniciativa que desbloquee el contencioso del Sáhara, atascado en la ONU; el segundo es la inclusión del respeto a los derechos humanos entre las atribuciones de la misión de la ONU para el Sáhara (Minurso).

Miguel Ángel Moratinos, durante su comparecencia de ayer en el Congreso sobre el <i>caso Haidar.</i>
Miguel Ángel Moratinos, durante su comparecencia de ayer en el Congreso sobre el caso Haidar.CLAUDIO ÁLVAREZ

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