Un Halloween con menos alegría y disfraces baratos
La inmigración, la fiesta americana y la crisis dan otro color y otro sentido al tradicional Día de los Difuntos
Con la llegada de noviembre, la tradicional visita a los cementerios a limpiar y cubrir de flores las tumbas de los familiares en el Día de Todos los Santos se combina cada vez más con la tradición angloamericana de Halloween y con las coloristas versiones latinas del Día de los Muertos, todo un acontecimiento en países como México o Ecuador. Pero ¿cómo les afecta la crisis? La propietaria de Maty, una de las tiendas de disfraces con más solera de Madrid, asegura que si bien la situación económica no merma las ganas de festejar, sí se nota "menos alegría que otros años" y "se miran un poquito más" los precios.
Halloween sigue calando cada año más, al menos, en su vertiente más lúdica, que consiste en disfrazarse y acudir terroríficamente vestido a los numerosos restaurantes, bares y discotecas que se apuntan al sarao. "La gente sigue comprando, pero son disfraces de menos precio", explica la dueña de Maty, fundado en 1943. "Entre 15 y 45 euros" de media es lo que la clientela -en su mayoría grupos de gente joven que lo que quieren es divertirse y no les importa mucho que dure el traje o no- suele gastarse en su atuendo para Halloween. Uno de los clientes, Miguel, coincidía en que este año iba buscando "algo baratillo" para disfrazarse de "carnicero asesino", un siniestro mandil, un hacha y "cualquier tontería" más le servían para una noche del 31 de octubre "pasándolo bien" con los amigos.
"Brujas, dráculas, fantasmas, esqueletos, muertos y momias" son los clásicos y triunfadores en ventas para la celebración de la noche de los muertos vivientes. Sin embargo lo que "la gente ha ido incorporando más" son los elementos decorativos, "antes era impensable que alguien quisiera decorar con lapidas, calaveras" su casa. Las innovaciones tecnológicas también han llegado al mundo del atrezzo, a las habituales "telas de araña y muñecos para colgar" en la pared, ahora la novedad es "una bruja que se mueve, tiene los ojos con luz y canta, otro muñeco que va por control remoto, una cabeza de drácula que habla y enciende los ojos o una rata que muerde", concluye Maty.
Actividades para niños
Aprovechando que Halloween (procedente del inglés Hallow Eve o Víspera de Difuntos) tiene una mayor conexión con la infancia, centros como Parque Warner o el Zoo de Madrid han programado actividades temáticas para los días 1 y 2 de noviembre orientadas a los más pequeños. Pero hay vida más allá de la juerga. De las fiestas latinoamericanas, es Ecuador, segundo país en número de inmigrantes en Madrid (con 200.112 personas) tras Rumania , el que más deja ver sus tradiciones locales estos días, en las que destacan la elaboración de platos típicos como colada morada y guaguas de pan (figuritas de pan con forma humana), frijoles o arroz. Los ecuatorianos tienen la costumbre de ir a los cementerios con los alimentos que el difunto disfrutó más en vida y los consumen alrededor de su tumba.
También México ha hecho intentos de exportar su Día de Muertos -declarado en 2003 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- a Madrid mediante la celebración de actos coordinados por la embajada, si bien esta llegada de la Catrina (representación de la muerte) ha resultado más institucional que popular. El evento más destacado es la instalación de 20 altares de intenso colorido, en los que las imaginería -una foto del difundo los preside-, las flores -sobre todo la flor de cempasúchil o flor de muertos en lengua náhuatl-, la comida -calaveras de azúcar, moles, tortillas- y el tequila constituyen parte fundamental del homenaje tributado por las familias a los que ya no están.
Los altares están dedicados a personas individuales, familiares de sus creadores, a mexicanos ilustres, como Pedro Infante, María Félix o Cantinflas, o a directores de cine, como Luis Buñuel. Otros sirven de denuncia, como el que rinde homenaje a María Juárez, en referencia a las mujeres asesinadas en ese Estado de México. En esta mezcolanza de culturas no estarán, sin embargo, los chinos, ya que estos, a diferencia de Occidente, recuerdan a sus muertos el 5 de abril o Día de Barrer las Tumbas.
Un millón de visitas en los 13 cementerios
Un total de 180 agentes de la Policía Municipal se encargarán mañana de organizar el tráfico en las inmediaciones de los cementerios de la capital, a los que acudirán, según las previsiones, un millón de personas con motivo del Día de Todos los Santos. Además, el Ayuntamiento de Madrid ha reforzado los servicios municipales de transporte público (EMT), limpieza y funerarios.
Los 13 cementerios municipales de Nuestra Señora de La Almudena, Aravaca, Barajas, Canillas, Canillejas, Carabanchel, Civil, Cristo de El Pardo, El Pardo, Fuencarral, Sur, Vallecas y Villaverde abrirán el Día de Todos los Santos de ocho de la mañana a siete de la tarde. Y además, para atender la demanda de información que solicita el público, las oficinas de los cementerios Nuestra Señora de La Almudena y Carabanchel-Sur permanecerán abiertas entre las ocho de la mañana y las siete de la tarde durante los días 1 y 2 de noviembre.
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