Prohibido tirar de la cadena, poner la lavadora, usar el lavavajillas...
Un juzgado obliga en pleno agosto a un pueblo de Granada a no verter aguas residuales a dos acequias
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de la localidad granadina de Guadix ha ordenado al Ayuntamiento del Valle del Zalabí -al que pertenecen los núcleos de Alcudia de Guadix, Exfiliana y Charches- el "cese inmediato" de los vertidos de aguas residuales sin tratar que se están produciendo a las acequias de Chiribaile y Exfiliana, que riegan los campos del municipio. Según informa el Ideal, un lugareño denunció el caso en 2006 y, dos años después y en pleno mes de agosto, este auto obliga a los más de 2.300 habitantes de la comarca a no usar los saneamientos, es decir, a no tirar de la cadena, ni poner una lavadora ni usar el lavavajillas. El problema tiene más de 30 años. Tanto la actual corporación como la anterior han hecho gestiones para instalar una depuradora, una solución a largo plazo ya que se calcula que pasarían 18 meses antes de que estuviera operativa.
El auto, dictado esta semana, coincide con la línea defendida por la delegación de Medio Ambiente y la delegación de Salud de la Junta de Andalucía, que ya habían comunicado al municipio, según el mismo rotativo, que los vertidos ponen en peligro la salud ambiental y pública. La Consejería de Salud también ordenó el cese de vertidos en un informe dictado el pasado mes de abril.
El alcalde en funciones del Valle del Zalabí , Daniel Fernández (PSOE), ha indicado a Ideal que la corporación trabaja en un plan B que permita separar las aguas residuales y evitar el vertido. Sin embargo, la alternativa, recuerda Fernández, tiene un coste y un tiempo de ejecución. Una vez conocida la resolución judicial, el alcalde estudia emitir un bando para ponerla en conocimiento de los vecinos y, en cumplimiento de ésta, ordenar que se abstengan de tirar de la cadena, usar lavadoras y todo lo que lleve vertidos a las cañerías del pueblo.
Consciente de la gravedad del asunto y mientras arbitra una solución definitiva, el Ayuntamiento ha pedido ayuda a la delegación de Medio Ambiente, la Diputación de Granada y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a quienes reclama la adopción de alguna medida excepcional.
Las primeras denuncias de los vecinos por los olores y los problemas medioambientales y de salud pública que generan las las aguas residuales en Valle del Zalabí se remontan a hace 30 años.
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