Accidente de un camión cargado con 4.000 kilos de explosivos en Lleida
El conductor y un guardia de seguridad han resultado heridos.- Los bomberos aseguran que no hay peligro de explosión porque los detonadores están separados del material explosivo
Un camión cargado con 4.000 kilos de explosivos ha caído de un puente de Olius (Lleida) y permanece sujeto por una grúa de grandes dimensiones. El accidente se ha producido a primera hora de la mañana, en el kilómetro 110,5 de la carretera C-26. El vehículo se ha salido de la vía en la curva de acceso al puente y se ha desplazado diez metros hasta quedar en posición vertical. El conductor del vehículo, que en un primer momento quedó atrapado en la cabina, ya ha sido liberado por los Bomberos. Mossos d'Esquadra y Guardia Civil han retirado también la mercancía peligrosa y la han transportado a otro vehículo. Una grúa de gran tonelaje ya ha conseguido retirar el camión siniestrado.
La grúa ha aguantado el camión para evitar que el peso de la mercancía chafara la cabina y tanto el conductor como su acompañante un vigilante de seguridad encargado de la custodia de los explosivos resultaran heridos. Al final, el vigilante sólo ha sufrido heridas leves. En paralelo al rescate de los dos individuos, efectivos de la policía autonómica y la Guardia Civil se han encargado de retirar las cuatro toneladas de explosivos.
En ningún momento hubo peligro, según la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat. La razón es que los explosivos y los detonadores se transportan en compartimentos estancos que impiden su contacto y, por tanto, evitan el peligro.
El conductor, Asier G.E., de 28 años, y el guardia de seguridad, Isaac C.R., de 22, encargado de vigilar los explosivos, han resultado heridos leves y han sido trasladados al hospital de Berga y al de Manresa, respectivamente.
La Guardia Civil ha custodiado este mediodía el traslado de las cuatro toneladas de material explosivo a un depósito de Berga. El camión procedía de la empresa de explosivos Cercs de Barcelona y tenía como destino la cantera de Caballol, en Lladurs (Lleida). Los explosivos iban a utilizarse para la construcción de la carretera del Eix de Berga.
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