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María San Gil da un portazo a Rajoy por "diferencias fundamentales"

La presidenta del PP vasco era la encargada, junto a José Manuel Soria y Alicia Sánchez Camacho, de redactar la ponencia política que el PP presentará en su XVI Congreso Nacional, que se celebrará del 20 al 22 de junio en Valencia

Mariano Rajoy tendrá que hacer frente a un nuevo incendio en su partido, esta vez totalmente inesperado y protagonizado por una de las personas con más tirón público del PP. María San Gil, líder del PP vasco, anunció ayer que abandona el equipo que estaba redactando la ponencia política (el documento estratégico que debe aprobarse en el próximo congreso del PP). El texto debía presentarse hoy.

La decisión, inédita en la historia del PP, implica un enfrentamiento directo entre San Gil y Rajoy precisamente en el momento de mayor debilidad del líder, criticado fuera y dentro del partido por su gestión posterior a la derrota electoral.

San Gil sorprendió anoche a los dirigentes del PP al hacer pública su ruptura total con la dirección al anunciar en un comunicado que abandona la ponencia "por diferencias de criterio en el seno de la misma". Esas diferencias son "fundamentales", según San Gil, y se centran especialmente en la forma de tratar la relación con los nacionalistas.

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La presidenta del PP vasco, según fuentes de este partido, está muy molesta por la forma y el fondo con que se han llevado los trabajos de la ponencia política. Rajoy encargó este texto -clave del congreso, junto a la ponencia sobre los estatutos internos, que también se presenta hoy- a José Manuel Soria, líder del PP en Canarias, Alicia Sánchez Camacho, senadora por Girona, y la propia San Gil. Pero ha sido Soria, según fuentes del PP vasco, quien ha llevado la voz cantante y ha tenido contacto directo con Rajoy.

Soria ha preparado una redacción que no agradaba a San Gil, una mujer muy cercana a Jaime Mayor Oreja, porque hablaba de una nueva relación del PP con los nacionalismos y no ponía el énfasis, como ella quería, en la "lucha por la libertad" en el País Vasco. Pero sobre todo no ha contado con ella, aseguran en el PP vasco, y con los trabajos que había redactado. Estas mismas fuentes señalan que Sánchez Camacho estaba más de acuerdo con San Gil que con Soria.

La heredera de Jaime Mayor al frente de los populares vascos está también muy molesta con Rajoy porque no ha sido capaz de intervenir para resolver sus diferencias con Soria y ha dejado que la crisis explotara. Ella no ha pensado en dimitir y más bien tiene ganas de dar esta batalla ideológica, según fuentes de su entorno.

En el fondo de este debate está la estrategia que Rajoy busca para ampliar su espacio electoral, y sobre todo mejorar la imagen del partido para evitar que el voto anti-PP pueda llevar al PSOE de nuevo a la victoria. El ala dura del PP, en la que se colocan la propia San Gil, Jaime Mayor, Esperanza Aguirre y los dimitidos Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, quiere dejar claro que el partido está muy lejos de pactar con los nacionalistas mientras éstos no renuncien a algunas de sus posiciones. El ala moderada, en la que está el entorno de Rajoy, es consciente del daño que ha hecho al PP la imagen de soledad en el Congreso y quiere llegar a acuerdos concretos con los nacionalistas.

El enfrentamiento con una persona en activo, y a pocos meses de las elecciones vascas, complica mucho la situación del líder, puesto en cuestión por un gran número de dirigentes, aunque nadie se ha atrevido de momento a presentar una candidatura alternativa al congreso previsto para el 20 de junio. San Gil tiene tanto tirón público en el PP que Rajoy le ofreció ser la número dos de la lista por Madrid, sobre todo para contrarrestar la imagen de Rosa Díez, "una dirigente de izquierdas con votos de derechas", en palabras del propio Rajoy.

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