El líder aúpa a González Pons
Rajoy cita en público al diputado valenciano como uno de los dirigentes más relevantes que trabajarán a su lado en el PP
Esperanza Aguirre sigue conservando olfato político. El pasado lunes se cruzó con Jorge Moragas, una persona que últimamente aparece siempre junto a Mariano Rajoy. "Hombre, Jorge, ya he visto que estás en la banda de los cuatro". Se refería al apodo puesto por la prensa a los cuatro dirigentes en los que más parece apoyarse el líder -el sociólogo Pedro Arriola y los diputados José María Lassalle, Esteban González Pons y el propio Moragas-. "Se está hablando de él como nuevo secretario general", le dijeron. "¿Y Esteban?", contestó ella con una sonrisa.
El político valenciano será portavoz o secretario general
El nombre de González Pons figuraba en todas las quinielas. Pero ahora se disparará, porque Mariano Rajoy, ayer en Gandía, con el cabeza de lista por Valencia presente, le transformó en el único futuro miembro de su equipo que ha hecho público hasta el momento: "Del congreso quiero decir que haremos las cosas bien, estaremos a la altura de las circunstancias y yo tendré colaboradores del PP de la Comunidad Valenciana muy cerca de mí". "Muchos me van a ayudar desde aquí [Valencia], desde donde estarán yendo [a Madrid] de vez en cuando. Y otros estarán por allí [Madrid] sentados, ayudándome, como Esteban [González Pons]".
Como acostumbra, Rajoy dejó todo en el aire, pero el teléfono del valenciano ya no dejó de sonar. González Pons sonó como portavoz en el Congreso, pero se tuvo que conformar con la vicepresidencia de la comisión de Cambio Climático. Para él parecen reservadas tareas en el partido. Si no es secretario general, podría ser portavoz. De hecho, Génova ya le está autorizando cada día las múltiples peticiones de medios de comunicación, que le están convirtiendo en una especie de portavoz alternativo a Sáenz de Santamaría. Y Rajoy le ha hecho partícipe de su estrategia de comunicación en una comida con Moragas, Lasalle y Carmen Martínez, su jefa de prensa, que ha desatado todo tipo de rumores en el PP.
Con mucha experiencia a pesar de sus 43 años, ya ha sido portavoz en el Senado, consejero de la Generalitat y portavoz en las Cortes Valencianas. Pero nunca había tenido contacto próximo con Rajoy. El líder, siempre desconfiado, parece estar probándole para saber hasta dónde puede llegar. De hecho, la extraña forma que eligió ayer para auparle al poder sin dárselo podría ser un globo sonda para ver cómo se toma el nombre el partido.
Jorge Moragas, un aznarista con fama de duro que se ha ido ganando la confianza del líder a fuerza de fidelidad y de estar junto a él en los viajes al extranjero -la foto de Rajoy con Merkel y Sarkozy a pocos días de la campaña electoral es obra suya y el líder parece estarle muy agradecido- también está en las quinielas. Una de las claves está en las personas que no tienen ninguna portavocía en el Congreso. Están liberados para el partido. Moragas no tiene nada.
Tampoco Ana Mato, una veterana que trabajó con Javier Arenas -una de las personas más cercanas a Rajoy y que ya ha anunciado que no piensa ocupar ningún cargo en Madrid para concentrarse en Andalucía-.
Otros liberados importantes son Juan Carlos Vera, hombre del aparato que organiza todos los actos de Rajoy, y José María Michavila. Este último, sin embargo, parece preferir la labor de asesoría sin cargo orgánico que le permite mantener sus negocios privados. Juan Costa también está liberado, pero su distancia con Rajoy tras haber quedado descartado como portavoz en el Congreso parece evidente. Manuel Pizarro insiste en que no quiere ningún puesto. Otros hombres cercanos a Rajoy, como Gabriel Elorriaga o José María Lassalle han sido nombrados, respectivamente, portavoces de Ciencia e Innovación y Cultura en el Congreso.
Rajoy volvió a buscar y encontrar apoyos en la Comunidad Valenciana, donde está el barón que con más entusiasmo ha apostado por su candidatura, Francisco Camps. "Mariano, todos seguimos pensando que eres el mejor y eres nuestro líder", recalcó Camps.
El acto de los populares valencianos celebrado en Gandia tuvo claros tintes precongresuales. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no esperó ni un minuto para hablar de la situación interna del PP "en estos momentos difíciles". "Nunca he pedido nada para mí. Eso me da autoridad moral para pedir responsabilidad y unión a mis compañeros de toda España", prosiguió. "Soy muy disciplinada pero muy libre y digo que te apoyo y pido a todos que apoyéis a Mariano Rajoy", agregó.
El presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, fichado en su día por Mariano Rajoy, también le dio su propio espaldarazo. "Mariano, nunca hemos dudado de ti. El presidente Camps me dijo, el día de la elección de compromisarios, 'quiero los avales mañana. Si los tienes seguirás, si no, no", explicó Rus. "Y al día siguiente teníamos todos los avales firmados para ti". El relato, sin embargo, no debió ser del agrado de Francisco Camps, sentado en primera línea, ya que Rus se vio obligado a justificarse de inmediato: "Es una broma, que si no, esto es muy aburrido".
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