Se llamaba Nora Felisa y tenía 47 años

La Jefatura Superior de Policía ha informado hoy de que la mujer hallada muerta en el parque de Pradolongo, en el madrileño distrito de Usera, se llamaba Nora Felisa Rojas Huarachi, era de nacionalidad boliviana, tenía 47 años y murió por asfixia y traumatismos en la cara, según ha revelado la autopsia practicada al cadáver. De momento, no se han producido detenciones y tampoco quieren aventurar una hipótesis del crimen.

La investigación del caso corre a cargo del grupo X de Homicidios, según han agregado las fuentes de la Jefatura Superior de Policía, después de que el cadáver de Nora Felisa Rojas Huarachi fuera encontrado ayer con signos evidentes de violencia.

La mujer tenía bajados los pantalones, los leotardos y las bragas, y la camiseta subida dejando el vientre al descubierto. De momento, no se ha informado si fue violada. Preguntado al respecto, un portavoz policial ha señalado que no hay más detalles del crimen que los ofrecidos. Tampoco ha podido precisar si estaba en situación regular en España o su estado civil. Sobre el móvil del crimen también guarda silencio para no entorpecer las investigaciones.

Un parque "peligroso"

La víctima fue encontrada a las siete y media de la mañana por un hombre que en ese momento paseaba por este parque, situado en el distrito de Usera y cercano al Hospital Doce de Octubre. El viandante, informa Elena G. Sevillano, avisó a José María, el encargado de jardinería del parque, que en ese momento hacía la ronda matutina en busca de incidencias tras varios días sin servicio por la Semana Santa.

La mujer estaba tendida boca arriba junto a un árbol en una zona elevada llamada la Pirámide, aunque los vecinos que frecuentan el parque la conocen como el Mirador, por estar varios metros sobre el nivel del resto del parque.

El parque no es ajeno a los hechos violentos. Una joven de 17 años fue degollada en el parque de Pradolongo en mayo de 2004. Sucedió en la otra punta, pero también en una zona elevada. Un colombiano de 39 años fue asesinado de un tiro en 2002. En agosto del año pasado, otro hombre de 27 años recibió cinco disparos. Varios vecinos calificaron ayer el parque como "peligroso" y aseguraron que lo evitan en cuanto anochece, porque se juntan grupos de latinoamericanos "que beben y se pelean entre ellos", según Matías, un jubilado que pasea por la zona todas las mañanas.