Stallone se declara culpable
El actor admite que introdujo hormonas de crecimiento prohibidas en Australia pero dice que fue un "terrible error"
Sylvester Stallone se ha declarado hoy culpable de introducir en Australia hormonas de crecimiento prohobidas en este país durante su estancia el pasado febrero, según ha informado la agencia australiana de noticias AAP. El actor estadounidense ha alegado que se trató de un "terrible error". La pena máxima por ese delito en Australia es una multa de 91.080 dólares.
El actor, que viajó ese mes a Australia para presentar Rocky Balboa, la última entrega del personaje que le dio la fama, ha admitido su culpabilidad a través de sus representantes legales. "Un extraño y realmente desafortunado incidente ocurrió cuando entré en vuestro país. Cometí un terrible error, no porque pretendiera engañar a nadie, sino porque desconocía vuestras leyes", asegura el artista en una carta dirigida al tribunal y leída por sus abogados.
En la misiva, que difunde hoy el diario The Sydney Morning Herald, la estrella pide perdón a la corte de justicia y a los australianos. "Nunca fue mi intención violar las leyes y me doy cuenta de que debía de haberme informado adecuadamente de vuestra normativa aduanera", prosigue el artista, quien ofreció a modo de explicación, que no de excusa, que los doctores le prescribieron hace años hormonas de crecimiento y testosterona legales en Estados Unidos para una dolencia que no revela.
31 millones de dopados
"Bajo supervisión médica, continúo usando ambos medicamentos. Llevaba en mi equipaje una significativa cantidad de ellos porque iba a pasar tres meses en Tailandia", relata Stallone. "Cuando llegué a Sydney -prosigue-, las medicinas no estaban escondidas y sin dudarlo mostré todos los medicamentos a los funcionarios de aduanas". "Los agentes de aduanas inspeccionaron la testosterona y me permitieron pasar las medicinas. Nunca he apoyado el uso de drogas ilícitas y no he cometido actos ilegales en toda mi vida", agrega Stallone.
En una vista judicial anterior, el departamento de Aduanas aseguró que a la llegada del actor al aeropuerto de Sydney detectaron en su equipaje cinco cajas de Jintropín, una hormona sintética cuyo nombre genérico es somatropina y está prohibida en Australia. Esta hormona de crecimiento china comprada por Internet es usado para aumentar la masa muscular y disminuir las grasas. El creador de Rambo, de 60 años, declaró en la inspección aduanera que no portaba productos prohibidos, tales como "medicinas, armas de fuego, esteroides, ni drogas ilegales". Sin embargo, los rayos X revelaron la presencia de los esteroides en su equipaje personal. La pena máxima por ese delito en Australia es una multa de 91.080 dólares.
Sólo casos como el de Stallone y de algunos deportistas saltan a la luaz, pero lo cierto es que, según un informe de la Agencia Mundial Antidopaje, 31 millones de personas se dopan. Interpol estima que el tráfico de sustancias dopantes mueve más dinero que el de cocaína. Los deportistas profesionales, los que acaparan los grandes titulares, son consumidores minoritarios, aunque los más publicitados. Casi tanto como los actores -en el mundo del porno hay una gran demanda- y otras gentes del espectáculo. El resto -la mayoría de los que consumen las 700 toneladas de esteroides anabolizantes (unos 14.000 millones de dosis), las 70 toneladas de testosterona sintética (el consumo de 1,5 millones de personas) y los 34 millones de viales de EPO y hormona del crecimiento (dos millones de consumidores) que se distribuyen anualmente- lo componen deportistas aficionados, musculitos de gimnasio, guardaespaldas, policías varios y militares.
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