Un perro celoso destroza el osito de Elvis Presley
El muñeco estaba valorado en más de 58.000 euros
Barney, un doberman que montaba guardia en una colección de más de mil osos de peluche en Londres, se ha ensañado brutalmente con uno de los animales de juguete hasta destrozarlo. La historia no iría más allá de un ataque de celos animal con final violento si no fuera porque el peluche hecho jirones era el célebre Mabel, muñeco fabricado en 1909 y que acompañó las noches infantiles de Elvis Presley.
La agresión fue realmente salvaje. Según Daniel Medley, encargado de la exposición, el vigilante de seguridad entró en el recinto donde se guardaban los muñecos siguiendo los protocolos establecidos y soltó al perro. Entonces se desató el infierno: Barney comenzó propinando un mordisco al inadvertido Mabel, al que practicamente arrancó la cabeza, y luego se ensañó con él durante 20 minutos, pese a los intentos de los presentes por calmarlos.
El valor del juguete roto a dentelladas no era meramente histórico o sentimental: Sir Benjamín Slade, rico coleccionista británico, había pagado por él equivalente de 58.000 euros en una subasta en Memphis, Tenessee, la tierra natal de Elvis. Se da la circunstancia de que la compañía que asegura la muestra había pedido que fuera custodiada con perros, para evitar robos.
Medley ha afirmado que la noticia ha enloquecido a Sir Benjamin, pero no se muestra rencoroso. "Barney será destinado a una granja donde pueda cazar patos. Le hemos dicho a la empresa de seguridad que no queremos que le pase nada malo, pero no queremos verle más por aquí", ha asegurado.
Como colofón a esta triste historia, significamos una coincidencia, tal vez profética. Dos de los éxitos más renombrados del Rey del Rock son I just wanna be your teddy bear (Sólo quiero ser tu osito de peluche) y You ain't nothing but a hound dog (No eres más que un perro sabueso).
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