El socialista balear Joan Mesquida será el nuevo director general de la Guardia Civil
El hasta ahora responsable de Infraestructuras del Ministerio de Defensa sustituye al Carlos Gómez Arruche
El Consejo de Ministros de este viernes sustituirá al director de la Guardia Civil, el teniente general Carlos Gómez Arruche, por Joan Mesquida, actualmente director de Infraestructura del Ministerio de Defensa, según la SER. De esta forma un civil vuelve a estar al mando del instituto armado tan sólo unos días despúes deu que Alfredo Pérez Rubalcaba haya ocupado la cartera de Interior. La salida de Gómez Arruche se daba por descontada a raíz del caso Roquetas.
Joan Mesquida Ferrando nació en 1962 en Felanitx (Mallorca). Licenciado en Políticas y en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado en Arthur Andersen y Garrigues Andersen, ha sido subdirector y director del area económica del Ayuntamiento de Calviá, diputado por el PSOE en el Parlamento de Baleares y consejero del Consell Insular de Mallorca. Entre 1999 y 2003 ocupó el puesto de conseller de Hacienda del Gobierno balear.
Mesquida se ha impuesto así a otros nombres que se barajaban para el cargo en los últimos días como Juan José López Garzón (quien alertó a Alonso sobre el caso Roquetas) y el secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera.
'Caso Roquetas'
En cualquier caso, el relevo de Gómez Arruche ya sonaba con fuerza desde hacía varios meses, sobre todo tras sus declaración después del llamado caso Roquetas (la muerte de un ciudadano en el cuartel del instituto armado de Roquetas de Mar, Almería). Arruche llegó al instituto armado a propuesta del propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien el nombre del militar le había sido sugerido por el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.
La vuelta de un militar para dirigir la Guardia Civil (tras los directores generales civiles socialistas Luis Roldán y Ferrán Cardenal y el popular Santiago López Valdivielso) levantó las suspicacias del generalato del instituto armado y también de los protosindicatos del cuerpo. Los primeros por sentirse postergados por un militar del Aire y los segundos, porque lo consideraban un freno para las reformas internas.
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