_
_
_
_

Rajoy defiende el proyecto del PP frente a un Gobierno que ha "dilapidado" dos años

El líder de los populares asegura que Zapatero "no tiene plan, ni lo quiere ni lo puede tener"

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha clausurado hoy la Convención que debe marcar el futuro de su partido con un discurso centrado en la crítica al actual Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Tras dibujar un panorama sombrío de la actualidad española -como país, hemos dilapidado estos dos últimos años"- y del futuro que le espera con un Gobierno "sin proyecto y sin ganas ni posibilidades de tenerlo", Rajoy ha defendido lo discutido estos tres días por los populares. Un plan sobre el que no ha dado mucho detalles más allá de "identificar los objetivos", elegir los medios adecuados y asumir el liderazgo para conseguir que se "hagan realidad". Además, ha reiterado a Zapatero su oferta de pacto sobre el modelo territorial y sobre la política antiterrorista.

Más información
Acebes y Zaplana afirman que moderar la estrategia mantendría al PP en la oposición
Rajoy: "Ni me he mordido la lengua ni me la voy a morder ante el Gobierno"
Del 'blog' al jamón
Zapatero: "Ni yo merezco tanto ni los españoles tan poco"
Sarkozy: "El futuro es Mariano Rajoy y el PP"

Rajoy se ha "ofrecido sinceramente la ayuda del PP" para "evitar "errores de difícil arreglo" en la política antiterrorista y en el modelo territorial, en especial en el Estatuto catalán. Siempre, eso sí, que el Gobierno rectifique. La condición para lograr al apoyo del PP a la lucha contra el terrorismo es la vuelta al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que a su juicio Zapatero ha "quebrado", y la aplicación por parte del Gobierno de la Ley de Partidos, que supone la supresión de las actividades de Batasuna. En todo caso, se ha preguntado: "Si de verdad quiere consenso en materia antiterrorista, ¿por qué rompe el que ya existía?".

En cuanto al Estatut, que Rajoy considera "un error" para el que "no había demanda", que "es malo para los españoles y para los catalanes" y que "cualquier catalán que no sea un nacionalista fervoroso lamentará", Rajoy pide que se le dé marcha atrás y se ha ofrecido como cauce de expresión a muchos "socialistas de buena fe". No obstante, ha puntualizado que la colaboración del PP en este asunto será "para rectificar el error, no para bendecirlo", lo que equivale a retirar el texto actual y redactar uno nuevo que cuente desde el principio con el acuerdo de los dos grandes partidos. No obstante, ha advertido a Zapatero que "si él prefiere otros acompañamientos que no se escude en mi falta de colaboración".

Dos años dilapidados

Pero el esperado discurso de Rajoy para cerrar tres días de debate ha estado centrado en buena medida en criticar la labor del Gobierno. Tras dar las gracias Rajoy ha comenzado alabando los logros del Gobierno de Aznar, que en ocho años España llegó a ser una "potencia", pasó de ser un país de salida de inmigrantes para ser uno de entrada, "dio un gran paso adelante", porque la "prioridad" era clara, la prosperidad de España, y "todos nos empeñamos en ello". "Todo eso se ha acabado. Aquella prioridad desapareció y no fue sustituida por nada", ha resumido Rajoy. "Como país, hemos dilapidado estos dos últimos años, y lo siento".

Aquí ha comenzado la retahíla de críticas al Gobierno de Zapatero, que ha ocupado gran parte de su discurso. En resumen, con la herencia que tenía del Gobierno popular, el gabinete surgido del 14-M decidió "hacer tabla rasa del pasado y establecer otras prioridades", que ha resumido en tres: "crear problemas donde no los había, revisar el pasado y debilitar el estado". Nada en dos años en materia económica, ni educativa, paralización de infraestructuras, pérdida de fondos de la UE, nada en política energética, se legisla para "debilitar el Estado y no para mejorar el bienestar". Es el resumen de Rajoy de los dos años de Gobierno de Zapatero.

"No tiene plan" el Gobierno de Zapatero y la prueba es, para Rajoy, que "a nadie se lo cuenta". Y no sólo no lo tiene, sino que "no desea" tenerlo, porque ello "ata las manos, crea compromisos y Zapatero quiere espacios abiertos para cambiar de rumbo cuando le convenga. Es un gobernante completamente imprevisible". Y tampoco puede tener "plan", aunque lo quiera, "porque tiene que portarse bien" con sus socios, que le "hacen imposible una acción independiente".

Mariano Rajoy saluda a los asistentes a la Convención del PP tras su discurso.
Mariano Rajoy saluda a los asistentes a la Convención del PP tras su discurso.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_