Interior pone en marcha el sistema de certificación del nuevo DNI electrónico

Con una inversión de 314 millones de euros, el Ministerio del Interior ha puesto hoy en marcha la recogida de datos para implantar el nuevo documento nacional de identidad electrónico (DNI-e), que incluirá datos identificativos y la firma electrónica. Con este paso entra en vigor el sistema de certificación (autenticación de la identidad de una persona poseedora del documento), que expirará en febrero de 2036. Los ciudadanos no están obligados a cambiar el que tienen en la actualidad, que sigue siendo válido, pero si lo renuevan, entre otras ventajas, harán mucho más seguras sus compras por Internet. Se llevará a cabo una prueba piloto en marzo en Burgos y el Gobierno prevé que esté implantado en todo el territorio en 2008.

En un acto celebrado en el Centro de Proceso de Datos de la Dirección General de la Policía, en San Lorenzo del Escorial (Madrid), el ministro Jose Antonio Alonso ha puesto en marcha hoy el proceso para generar los certificados digitales, que se incorporarán en los chips de los nuevos DNI, cuya creación aprobó el Consejo de Ministros el pasado mes de diciembre. Al acto han asistido además el director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, y la subsecretaría de Interior, Soledad López.

Dos claves matrices o primigenias

Los tres han participado en esta "trascendente ceremonia" -en palabras del ministro-, y han incorporado cada uno de ellos una serie de credenciales, que han generado las dos claves matrices o primigenias. Estas claves, que bendicirán los pares de certificados de cada DNI-e (de autentificación y de firma electrónica), han sido guardadas en una caja acorazada del centro. Cada ciudadano obtendrá su certificado, que estará incluido en los chips de los documentos. También se incorporaran los datos personales digitalizados del titular y su firma electrónica, que tendrá sólo una validez máxima de dos años y medio para garantizar la seguridad, periodo que no afectará, sin embargo, a la vigencia del documento en sí.

Para lograr la firma electrónica se teclea, según la Policía, una clave personal de acceso o pin, que otorga el paso a los certificados de identidad -dice quiénes somos y dónde estamos-. El certificado tiene dos claves, una pública -que es la única que viaja en las transacciones telemáticas- y otra privada. La primera de ellas permite autentificar la identidad de un ciudadano, mientras que la segunda se utiliza para ejecutar el procedimiento de la firma electrónica.

El sistema de certificación que se ha puesto en marcha, según el ministro, va a garantizar que los DNI electrónicos sean "absolutamente seguros" y puedan autentificar con "absoluta fiabilidad" la identidad de sus titulares. El responsable de Interior ha señalado que el chip electrónico

contendrá la identidad del ciudadano, "preservando su intimidad y libertad", y ha asegurado que la firma electrónica nos permitirá, desde cualquier ordenador, acceder a cualquier oficina de la Administración Pública para hacer cualquier trámite.

La seguridad, garantizada

Además, con ella podremos podremos comprar o vender sin movernos de nuestro domicilio, además de relacionarnos para diferentes trámites de naturaleza jurídica, pública o privada. "Entramos en un hito muy importante, que va a marcar las relaciones con la sociedad de la información", ha comentado el ministro, quien ha asegurado que el nuevo DNI va a ser "más seguro que cualquier otro sistema que se conozca hasta la fecha". Así, va a garantizar la identidad, intimidad y libertad de las personas y posibilitará a los ciudadanos, a través de Internet y con su firma electrónica, renovar el carné de conducir, el pasaporte, cambiar de domicilio ante Tráfico o el catastro, o comprar y vender.

Y puede hacerlo, según el ministro, "con la tranquilidad de que nadie va a interferir en sus relaciones con la Administración y las empresas". La primera oficina piloto de implantación del nuevo DNI se abrirá en marzo en Burgos y se prevé que esté implantado en todo el territorio en 2008. Tendrá un coste total en los próximos cuatro años de cerca de 314 millones de euros, de los cuales 219 corresponden al proyecto técnico, que incluye una partida de 145 millones para la producción de tarjetas criptográficas.