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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

Marruecos repatría a los inmigrantes de Senegal y Mali y traslada hacia el sur al resto

Las ONG denuncian que los subsaharianos viajan hacinados en autobuses, esposados y sin agua ni comida

Marruecos sólo repatriará a sus países a unos 350 inmigrantes de Senegal y a otros 600 de Mali, vía aérea desde Oujda, después de haber alcanzado acuerdos con las respectivas embajadas. Sin embargo, el resto, unos 300 subsaharianos de otras nacionalidades, están siendo conducidos en autobús -esposados, hacinados, sin agua ni comida según denuncian las ONG- hacia un lugar no deteminado al sur del país. Médicos sin Fronteras (MSF) teme que abandonen a este contingente de nuevo en el desierto, cerca de Argelia o Mauritania.

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Según han explicado fuentes oficiales locales, esta tarde ya "no quedará ningún subsahariano en la provincia de Bouarfa", donde ayer fueron agrupados bajo la promesa de repatriarlos a todos. Dichas fuentes han precisado que, en un primer momento, los cuatro autobuses con el contingente multinacional viajaban en dirección a Errachidie, aunque no es el destino final, y que las autoridades marroquíes esperan "una reacción de las embajadas", de Gana, Guinea-Bissau, Guinea-Konakri, Camerún o Costa de Marfil. Según fuentes de MSF, los inmigrantes podrían ser trasladados hacia una zona desértica al sur de Agadir, a unos 1.000 kilómetros al oeste de Bou Arfa.

Los embajadores de Senegal y Mali acordaron ayer con el Gobierno marroquí la repatriación de sus compatriotas agrupados en Bouarfa, por lo que las autoridades de la provincia agradecieron "su estrecha colaboración". Los primeros autobuses con senegaleses viajan ya hacia Oujda, donde se espera que en aviones se les traslade hacia su país, mientras que los malíes deberán esperar hasta esta tarde, según las fuentes. Unos 200 inmigrantes subsaharianos, que han sido trasladados a Bou Arfa por las autoridades de Marruecos tras haber sido detenidos a unos 800 kilómetros al norte, en la ciudad de Nador, han intentado escapar de los vehículos por miedo a su abandono en una zona desértica del suroeste del país.

60 guineanos desaparecidos

Los autobuses han parado en una estación de servicio de Bou Arfa para repostar y los inmigrantes, que viajaban esposados, trataron de huir por las ventanas mientras un voluntario de la Asociación de Amigos y Familias de Víctimas de la Inmigración Clandestina se tumbaba en la carretera para intentar, sin éxito, evitar su partida. El portavoz de MSF, Javier Gabaldón, ha explicado que la pasada madrugada, "con nocturnidad y alevosía", las fuerzas de seguridad marroquíes detuvieron a unos 300 inmigrantes de distintas nacionalidades en una de las instalaciones habilitadas para acogerles en Bouarfa y los introdujeron en autobuses para trasladarlos hacia un lugar no determinado al sur del país, en el Sáhara Occidental y cerca de la costa Atlántica. "En el suelo del hangar había zapatos, mantas y botellas tirados, como si se los hubieran llevado a la fuerza y por sorpresa", ha añadido.

Entre ellos se encuentran 60 guineanos con los que ayer se reunió el primer consejero de la Embajada de Guinea-Konakri en Marruecos, Abubakar Sylla, quien hoy ha explicado que "han desaparecido y se encuentran en paradero desconocido". Aunque Sylla ha intentado recabar información de la Gobernación de Bouarfa, por el momento no ha tenido éxito, por lo que sospecha que "los están dirigiendo al sur", algo que ha calificado de "inexplicable" después de viajar desde Rabat para hacerse cargo de sus compatriotas.

Varias ONG, entre ellas SOS Racismo, han denunciado hoy que unos 600 subsaharianos están siendo trasladados hacia la zona sur de Marruecos, y que otros mil deambulan perdidos por el desierto del Sáhara cerca de la frontera con Argelia. Según estas asociaciones, se trata de parte de los 2.000 inmigrantes que fueron rechazados después de intentar saltar en masa la doble valla que separa Marruecos de la Ciudad Autónoma española de Melilla.

Un grupo de subsaharianos grita pidiendo agua desde el interior de un autobús que les conduce al sur de Marruecos.
Un grupo de subsaharianos grita pidiendo agua desde el interior de un autobús que les conduce al sur de Marruecos.EFE

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