Benach: "El Estatuto catalán no es una declaración de independencia"
El presidente del Parlamento catalán registra en las Cortes el nuevo Estatuto
El nuevo Estatuto catalán ya está en el Congreso de los Diputados. El presidente del Parlamento de esta comunidad, Ernest Benach, que ha sido recibido en las Cortes con gritos de "traidor" por un grupo de manifestantes, ha registrado en la Carrera de San Jerónimo el texto aprobado el pasado viernes. Tras ello, ha defendido la propuesta diciendo que "no quiere romper nada y no es una declaración de independencia". Junto a Benach, un nutrido grupo de políticos catalanes se ha desplazado hoy a Madrid acompañando al nuevo texto. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, se reúne esta tarde con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Además, los líderes de CiU y de ERC, Artur Mas y Josep Carod Rovira, también están en Madrid.
Benach ha llegado al Congreso en torno a las 11.45 para registrar, en papel y en soporte informático, el proyecto de reforma del Estatuto catalán, que comienza así su tramitación en las Cortes. Benach ha sido recibido por Manuel Marín, el presidente del Congreso, al que el dirigente catalán ha entregado un disco duro portátil con el texto del Estatuto, y luego ha entrado en el Registro, donde se ha sellado y formalizado la entrada del texto. A su llegada a la Cámara Baja, un grupo de unos 30 manifestantes reunidos frente al Congreso ha insultado a Benach y ha gritado consignas como "Viva España", "Cataluña es España" o "Traidores".
Tras renirse con Marín, Benach ha ofrecido y pedido diálogo en la tramitación del Estatut, oferta que "viene avalada por el esfuerzo sincero hecho desde Cataluña para que el terreno de juego sea la Constitución". Al igual que han venido haciendo los líderes catalanes en los últimos días, el presidente del Parlament ha dicho que el texto "no quiere romper nada y no es ninguna declaración de independencia". Tras afirmar que se trata del "Estatuto del diálogo y la esperanza", Benach ha dicho "venimos con voluntad de negociar". Además, ha revelado que Marín, le ha dicho que "sería bueno que la tramitación fuese lo más rápida posible, pero respetando todos los plazos".
No obstante, el encuentro de mayor contenido es el que, a partir de las cinco y media de la tarde, mantendrán en La Moncloa el presidente del Gobierno con el de la Generalitat. Maragall. Pese a que fuentes del Gobierno han señalado que el encuentro se enmarca en la "normalidad democrática" y estiman que es "lógico" que Zapatero y Maragall se reúnan una vez que ha sido aprobado el nuevo Estatut, lo cierto es que el presidente del Gobierno tiene una complicada papeleta, ya que ha de defender ante Maragall la opinión de que el nuevo Estatuto ha de ser enmendado en Madrid tras ser aprobado un texto que rebasa en ciertos aspectos el ámbito constitucional.
Según fuentes gubernamentales, Zapatero trasladará a Maragall el total respeto del Gobierno a la decisión adoptada por el Parlamento catalán, pero insistirá en que el Ejecutivo no lo asumirá sin más debido a que considera que son necesarias una serie de reformas en determinados aspectos, fundamentalmente acerca del uso del término "nación" en el articulado y en lo relativo al modelo de financiación que ha salido adelante.
Advertencia de Carod
Maragall y Benach no serán los únicos dirigentes catalanes que hoy se desplazan a Madrid acompañando al Estatuto. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, y el de CiU, Artur Mas, visitan hoy también la capital. En un desayuno informativo, Carod ha advertido de que si el Estatut catalán es rebajado sustancialmente, los cuatro partidos que lo apoyan podrían optar por la convocatoria de elecciones anticipadas o por retirar el texto. Otra opción podría ser la de someterlo a referéndum y que sea la sociedad catalana la que decida, rechazándolo si no colma sus aspiraciones. El líder de ERC ha dicho que si el Estatuto fracasa, se "recortará" la posibilidad de un modelo de convivencia en España "en que quepa Cataluña".
Además, Carod ha avisado también a Zapatero que su credibilidad quedaría "tocada" si el estatuto fracasa. No obstante, ha admitido que "negociable es todo", con la excepción del término "nación", ya que no es "aceptable" que "nos digan lo que somos".
Por su parte, Artur Mas, ha afirmado que el proyecto de nuevo Estatut pretende lograr que Cataluña pueda "gobernarse más a sí misma", pero "dentro del conjunto del Estado". En declaraciones efectuadas a los periodistas al llegar al Congreso, donde tiene previsto reunirse con los diputados de su partido, ha añadido que la reforma estatutaria catalana no es un proyecto "de ruptura" ni que persiga "cargarse el Estado" y, por ello, ha pedido al PP que "no haga cruzadas contra Cataluña y tenga espíritu más democrático". Acompañado por el portavoz parlamentario de este partido en el Congreso, Josep Antoni Durán Lleida, el presidente de CiU ha insistido en que el Estatuto da un paso más en la "relación de Cataluña con el resto del Estado".
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