Narbona alerta del inicio de un ciclo de sequía severa tras el año más seco de los últimos 60

Los datos muestran que este año es el más seco vivido en España en los últimos 60, por lo que podríamos estar ante el inicio de un "ciclo de sequía severa". Así lo ha asegurado hoy en el Senado la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, durante su comparecencia ante la comisión de las comunidades autónomas para informar sobre las medidas contra la sequía. Según la ministra, España debe prepararse para afrontar una "disminución de las lluvias y un aumento de las temperaturas" como consecuencia del cambio climático. Ante esta situación, su departamento lanzará esta semana una campaña de sensibilización.

Narbona ha insistido en que el Ejecutivo está adoptando un conjunto de medidas ante la hipótesis de que la escasez de precipitaciones no se limitará a este año, sino que éste será el inicio de un nuevo ciclo de sequía que se prolongará durante varios años. Según la ministra, el Ejecutivo está afrontando esta situación desde el inicio del año hidrológico (septiembre) tras observar un cambio "radical" de la pluviometría. Entre las actuaciones, ha destacado la elaboración en cada Confederación Hidrográfica de planes para prevenir la sequía. Narbona ha advertido que esos planes debieron estar concluídos, de acuerdo con el Plan Hidrológico Nacional, en julio de 2003, sin que ninguno de los organismos de cuenca hubiera contratado ni siquiera los estudios previos a su redacción.

La ministra ha manifestado que la sequía no es "una coyuntura extraña" en España, ha observado que a esos episodios cíclicos se suman ahora los efectos del cambio climático (descenso del caudal de los ríos, disminución de las lluvias y aumento de las temperaturas) y ha insistido por ello en la importancia de promover una política del agua que garantice la permanencia y la estabilidad de este recurso. En este punto, ha recordado que siete comunidades han adoptado ya medidas de restricción de agua para el regadío, y que el Ministerio de Agricultura prepara un decreto de ayudas para compensar a los sectores afectados. Narbona ha subrayado la importancia de que la política del agua se ajuste no sólo a las exigencias europeas, sino a la escasez de precipitaciones y al aumento de las temperaturas que va a provocar el calentamiento global del planeta.

Elogios del PSOE, críticas del PP

También ha recordado que el Libro Blanco del Agua (1998) ya advirtió del "desgobierno" de las Confederaciones Hidrográficas, y que un informe de la OCDE puso el pasado año de manifiesto que la gestión del agua en España es "insostenible". Ante esta situación, la prioridad "absoluta" de los gobiernos del PP fue la obra pública, "sin atender el enorme patrimonio ya existente". La ministra ha denunciado además la "escasa" atención que los Gobiernos anteriores han prestado al mantenimiento y la seguridad de las infraestructuras existentes y a la calidad del agua, y ha comparado esta política con la impulsada por el actual Ejecutivo y plasmada en el programa AGUA.

Este programa incluye más de cien actuaciones alternativas al trasvase del Ebro, ha recordado Narbona, quien ha destacado que se basa en la modernización de infraestructuras para lograr una mayor eficiencia, en el ahorro en la gestión de las aguas subterráneas, y en la desalinización del agua marina. Ha prometido que el Gobierno no declarará ninguna obra como de interés general del Estado sin que exista un estudio previo sobre la viabilidad económica, social, técnica y ambiental de esa infraestructura, y sin que se haya concretado cómo se recuperarán los costes asociados a esa construcción. "Se trata de aplicar la racionalidad y la sostenibilidad a las infraestructuras hidráulicas", ha indicado Narbona, que insiste en promover alternativas más baratas, más ajustadas a las necesidades y más respetuosas con el medio ambiente.

Tras esta exposición, los representantes de las autonomías dirigidas por socialistas han coincidido en elogiar la "nueva política del agua" puesta en marcha por el Ejecutivo y la potenciación de un "uso racional" de este bien escaso. Sólo han asistido por parte del PSOE el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias; la consejera de Obras Públicas de Castilla-La Mancha, María Encina Alvarez; y el consejero de Medio Ambiente de Extremadura, José Luis Quintana. Por su parte, los consejeros de las comunidades del PP -Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid, Castilla y León, La Rioja y la ciudad autónoma de Melilla- han criticado la improvisación del Gobierno en su política del agua, han rechazado una mala gestión por parte de sus Ejecutivos y Murcia y la Comunidad Valenciana y han insistido en que les permitan ejecutar el trasvase del Ebro.