Abu Dahdah niega conocer a Mohamed Atta y al cerebro del 11-S

Imad Eddin Barakat Yarkas, alias Abu Dahdah, acusado de ser el líder de una célula de Al Qaeda en España y cómplice de los atentados del 11-S, ha negado esta tarde haber conocido tanto a Mohamed Atta, uno de los pilotos suicidas que se estrelló contra las Torres Gemelas, como a Ramzi Binalshibh, uno de los supuestos cerebros del 11-S detenido en Pakistán. Por la mañana, calificó de "invento" a las organizaciones Soldados de Alá y Alianza Islámica, creadas presuntamente por él para reclutar terroristas. Según su declaración ante la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional, sólo conoció su existencia tras leer el sumario judicial.

"En mi vida he estado con esos hombres. No he tenido relación con ellos, ni llamadas telefónicas, ni personalmente", ha subrayado Barakat a preguntas del fiscal, Pedro Rubira, que pide para él 62.512 años de cárcel, la mayor pena de las solicitadas para los 24 presuntos miembros de esta célula que están siendo juzgados desde el pasado viernes por la Audiencia Nacional en un pabellón de la Casa de Campo (Madrid). El procesado, quien ha negado haber pertenecido a ningún grupo terrorista, también ha sostenido que no es cierto que pudiera ser visto en el metro de Barcelona antes del 11-S junto con Atta y Binalshibh, que preparara en julio de 2001 la reunión en Tarragona donde supuestamente se gestaron los atentados o que hubiera captado a pilotos suicidas.

La reunión de Tarragona

Según el fiscal, Abu Dahdah y el procesado Driss Chebli, para quien pide 62.509 años de prisión en esta causa y al que también se ha imputado en el 11-M, prepararon junto a Mohamed Belfatmi, procesado en esta causa, y el huido Amer Azizi, a quien también se relaciona con las bombas de Madrid, la cita de Tarragona con Atta y Binalshibh "para determinar (la fecha de) los atentados". Barakat ha negado conocer a Belfatmi y a Said Bahaji, supuesto integrante de la célula de Hamburgo a la que se responsabiliza del 11-S, en cuya agenda se encontró su número y que huyó pocos días antes del 11-S a Pakistán. Sin embargo, ha admitido conocer a Azizi, a Mohamed Haydar Zammar, uno de los miembros del comando del 11-S, y a un hombre conocido como Shakur, con el que mantuvo conversaciones telefónicas que fueron intervenidas. En una, del 27 de agosto de 2001, le dijo que "habían entrado en el campo de la aviación" e incluso habían "degollado al pájaro".

Abu Dahdah ha sostenido: "Esa llamada no tiene nada que ver con lo que dicen ustedes, quiero escucharla para aclararla". A lo que ha añadido que por la "casualidad" de esta conversación "malinterpretada" le han metido "en un lío" y le han colgado "fama de terrorista". El procesado, quien reconoció que Shakur le comentó que se había apuntado a una escuela de aviación, se preguntó por qué "no le han cogido en Inglaterra" y resaltó que éste "no tiene nada que ver con esa salvajada terrible". Al igual que hizo esta mañana el procesado Luis José Galán, Barakat ha reconocido haber viajado a Indonesia para visitar al huido Parlin, pero ha negado haber estado allí en un campo de entrenamiento de Al Qaeda, porque no "existe", y haber mandado muyahidines a ninguna guerra.

"Cómo voy a pedir que esa gente vaya a esos conflictos, si yo jamás he ido. Quién soy yo para mandar, mi problema es que conozco a todo el mundo y me han visto como el pez gordo", se ha lamentado. Por la mañana, Abu Dahdah explicó que la relación con Jamal Zougam, uno de los supuestos autores del 11-M, se limitó a la venta de mercancías para su tienda de alimentación. Además afirmó que tanto la Alianza Islámica o los Soldados de Alá, supuestamente creadas por él para reclutar muyahidines, son "un invento" que ha conocido por el sumario de este caso, y rechazó haber participado en reuniones con algunos de los procesados en esta causa. Preguntado por una foto hallada en su casa y en la que apunta con una pistola a una diana, explicó que se la hizo su mujer en una galería de tiro que había en un restaurante en Alemania en 1988 ó 1989, aunque dijo que la pistola no era suya sino de un amigo.

Alega malas traducciones

Barakat admitió conocer a Abu Qutada, quien tras permanecer varios años preso en Londres por su presunta relación con el 11-S se encuentra ahora en libertad vigilada, y haber viajado entre 1995 y 2000 "bastantes veces" a verle porque "es un clérigo sabio conocido en el mundo musulmán" y le "gusta hablar con él". Preguntado si le entregó dinero al periodista Taysir Alony para que se lo llevara a Mohamed Bahaiah, supuesto correo de Osama Bin Laden entre Europa y Afganistán, en un principio lo negó pero después recordó que podría existir "algo de eso" pero que la cantidad era mínima.

Abu Dahdah insistió en que cuando se saludan y utilizan palabras como "chaval" o "jóvenes", éstas carecen de un "sentido organizativo" y "no se puede traducir nuestra forma de hablar como una forma de delito". Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, ha afirmado antes de la vista, a la que ha asistido como público, que los acusados "se parecen bastante a los que despreciaron la vida y asesinaron a los nuestros el 11-M". El macrojuicio continuará mañana con el resto del interrogatorio a Barakat.