Gallardón reconoce en la apertura del congreso del PP que "algo hemos debido de hacer mal"

Alberto Ruiz Gallardón ha abierto el XV Congreso Nacional del PP con un moderado ejercicio de autocrítica al reconocer que "algo hemos debido de hacer mal" para perder las elecciones generales de marzo. No obstante, ha mostrado su confianza en que el PP recuperará el poder en 2008. "No lo dudéis", ha sentenciado.

Hurgando en la derrota electoral, Gallardón ha dicho que ésta quizá se produjo por "un exceso de optimismo general por tantos éxitos de gestión [...] muy buena pero quizá algo distante".

A ese distanciamiento de la sociedad se le unieron en el último momento "circunstancias dramáticas y absolutamente excepcionales que propiciaron un vuelco del pronóstico electoral". A juicio de Gallardón, "para entender lo que ocurrió" el 14-M hay que tener en cuenta ambas circunstancias. "Uno y otro elemento son determinantes, y quien prescinda del primero para fiar el acierto de su análisis únicamente al segundo, o viceversa, estará sin duda equivocándose, porque por separado ninguno de los dos hubiera bastado para negarnos el triunfo electoral, y juntos se hizo imposible que lo obtuviéramos", ha aseverado.

Pero, ante todo, Gallardón ha querido insuflar ánimos a los más de 3.000 compromisarios que se han dado cita en el cónclave popular, que tiene la doble misión de consagrar el liderazgo de Mariano Rajoy y de afrontar una obligada renovación tras la inesperada derrota del PP en las urnas el 14-M. Gallardón ha querido dejar atrás el pesimismo instalado en las filas populares después de perder el poder, y recién iniciada la legislatura socialista, ha hablado de "alternancia" en el Gobierno. El alcalde de Madrid quiere que ésta sea "rápida", para que su partido vuelva al Gobierno lo antes posible, en 2008, y termine el "proyecto que se inició en 1996 y que no está concluido". Es, además, a su juicio, lo que quieren los españoles, ya que el "cambio inesperado" de las elecciones "dio pie a una situación inédita" caracterizada por tres rasgos: El primero, que se dio en una situación económica boyante y no "preocupante", como fueron los otros dos cambios de Gobierno; el segundo, que el Gobierno fue asumido por un partido "que no se había preparado para ello", ya que entiende que el PSOE se había remodelado para asumir la oposición; y tercero, que el Gobierno, tras las elecciones "está bajo la supervisión de fuerzas heterogéneas y su grupo depende del liderazgo externo", en referencia al apoyo que recibe del Gobierno tripartito catalán.

En todo caso, y aunque ha instado a los compromisarios a que no se entreguen a la "melancolía" en la defensa de los logros pasados, ha realizado una encendida defensa del legado de José María Aznar -"la trascendencia de su labor no será justamente valorada hasta que no pase algún tiempo", ha dicho- y del presidente fundador del PP, Manuel Fraga.

Acusaciones de manipulación

El congreso, que concluirá a última hora de la mañana del domingo con la intervención del nuevo presidente, Mariano Rajoy, se ha inaugurado esta tarde con las palabras de bienvenida de la presidenta del cónclave, la jefa del Ejecutivo regional madrileño Esperanza Aguirre, que ha aprovechado esta oportunidad para hacer referencia a la derrota del 14 de marzo y a quienes entonces "usaron y manipularon" los atentados en los trenes de cercanías. Después, Aguirre ha apelado a la ilusión para que un PP "renovado y centrado" recupere el poder.

Después de Aguirre y Gallardón, Jaime Mayor Oreja ha tomado la palabra para recalcar la necesidad de nuevas caras en la dirección del partido, pero sin caer en el "revisionismo" de lo hecho en los últimos años. "Una nueva etapa necesita nuevos líderes", ha dicho, "pero no nos hagamos trampas a nosotros mismos" renunciando a lo hecho hata ahora porque los adversarios del PP pretenden precisamente que este proceso de renovación desemboque "en una política revisionista". Al hilo de esta argumentación, Mayor Oreja también ha respaldado la figura politica de José María Aznar, que ha sido objeto, según él, de un "linchamiento político" inscrito en "la estrategia más repugnante" que se ha puesto en práctica contra un presidente en toda la democracia española.

A media tarde ha sido el turno de Acebes, quien ha defendido los ocho años de Gobierno popular al presentar el informe de gestión del Comité Ejecutivo Nacional. La primera jornada de la cita concluirá con la división de los compromisarios en comisiones para debatir y modificar, a puerta cerrada, las cuatro ponencias: tres de contenido político y una de reforma de los Estatutos del partido.