Acebes insistió en la tesis de ETA tras conocer la detención de varios marroquíes

El ex ministro del Interior, Ángel Acebes, supo que la Policía iba a detener a varios marroquíes el día 13 de marzo justo antes de comparecer ante los medios de comunicación para decir que ETA seguía siendo la línea "prioritaria" de investigación porque "nadie" le había informado de que se hubiera puesto el acento en la pista islámica. Así lo ha asegurado hoy el general José Manuel García Varela, subdirector general de Operaciones de la Guardia Civil, que ha comparecido ante la comisión del 11-M. También lo ha hecho el jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Félix Hernando, que ha confirmado que el confidente Rafá Zouhier no recibió presiones de sus agentes y que no avisó de los atentados.

Según ha relatado el general Varela, que entonces era jefe de Información y Policía Judicial del Instituto Armado, él mismo pensó que ETA era la autora de los atentados hasta el sábado 13 de marzo. Ese día se enteró de que se iban a practicar varias detenciones de ciudadanos marroquíes en una reunión que tuvo lugar en el Ministerio del Interior "entre las 13.00 y las 14.00" y a la que asistió el propio Acebes. Tras esa reunión, a las 14.20, Acebes compareció ante los medios de comunicación y dijo que "ningún responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" le había dicho "que sea Al Qaeda" o que "tengan una línea preferente respecto a esa organización terrorista".

Antes de Varela, ha declarado el jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Félix Hernando, que ha negado que el ex confidente Rafá Zouhier recibiera presiones de agentes de la Guardia Civil. Según su relato, el 12 de marzo la UCO contactó con él para recabar datos de una investigación que estaba en curso en Cataluña y "en ningún momento habló de los atentados", simplemente se limitó a lamentarlos. Hubo contactos posteriores con Zouhier, entre el 12 y el 14 de marzo, pero sólo el día 16 se refiere el confidente a los atentados cuando, "muy asustado", contacta con el agente Víctor tras ver por televisión que uno de los implicados en el 11-M era una de las personas relacionadas con el tráfico de explosivos en Asturias, concretamente, Jamal Ahmidan (uno de los autores del 11-M que se suicidó en Leganés).

Hernando ha corroborado la versión del propio confidente, que avisó de la existencia de personas que traficaban con explosivos en Asturias, pero que en ningún momento avisó de posibles compradores o de la posibilidad de atentados. Simplemente ha reconocido que "fallaron los controles" y que se produjeron "un cúmulo de errores", pero ninguna "negligencia culpable" que impidiera relacionar el tráfico de dinamita en Asturias con el 11-M. La misma versión ha sostenido Varela, que la Guardia Civil "no tenía ningún dato ni indicio sobre que hubiese algún preparativo para cometer un atentado". Así, ha descartado que alguien del Cuerpo tuviera esa información y no llegara a la superioridad: "Una información de esa relevancia no se la puede quedar nadie en la cadena de mando".

De hecho, el propio Varela ha reconocido que él mismo pensó en la autoría de ETA hasta el día 13, cuando fue informado de las detenciones. Varela ha justificado esa impresión diciendo que estuvo presente en la reunión que se celebró el mismo día 11 de marzo en la sede del Ministerio del Interior con otros altos cargos de seguridad y que en esa reunión oyó la información, luego desmentida, de que el explosivo era Titadyne con cordón detonante. Ese mismo día fue informado por el comisario general de Información de la Policía, Jesús de la Morena, del hallazgo de la furgoneta de Alcalá de Henares, aunque ha insistido en que siguió pensando en ETA porque hasta el viernes, cuando se comparó la dinamita encontrada en una mochila en Vallecas con los restos de la furgoneta, no se relacionó el vehículo con los atentados. En ese momento, "podía ser cualquiera", ha dicho. En todo caso, ha descartado la conexión de ETA y los autores del 11-M: aun reconociendo que cualquier banda terrorista buscará conexiones en todos los sitios donde les puedan apoyar, "la Guardia Civil no tiene ni un solo dato que le haga pensar" en esa posible relación.

Presiones inexistentes

Hernando ha confirmado que en dos ocasiones, los pasados 9 y 14 de abril, agentes de la Guardia Civil visitaron en la cárcel de Valdemoro a Rafá Zouhier, previa autorización del juez Juan del Olmo y con el consentimiento del propio Zouhier, en el marco de la investigación de la trama de los explosivos utilizados en el 11-M, que fue encargada a la Guardia Civil. Hernando ha dicho que, según le trasladó un agente de la UCO presente en la reunión del día 9, no se produjeron presiones de ningún tipo. Sobre la posible comparecencia del confidente, Hernando ha dicho que "si alguien piensa que no viniendo se está tratando de ocultar algo, que Zouhier comparezca; si dice algo que no ha dicho ante el juez o ante la UCO, estará mintiendo", ha aseverado.