El ex jefe de la Guardia Civil dice que hasta la noche del 13-M sólo había "opiniones infundadas"

Pocas horas después de que una cadena de explosiones causara casi dos centenares de muertos en los alrededores de la madrileña estación de tren de Atocha, y pese a que no contaban con ninguna pista con la que apuntalar su certeza, los altos mandos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado estaban "absolutamente convencidos y sin ninguna duda" de que ETA era la autora de estos atentados.

Así se lo ha dicho hoy el ex director de la Guardia Civil Santiago López Valdivielso a la comisión parlamentaria que investiga el ataque terrorista del 11 de marzo. Aún ha tenido tiempo para ser más rotundo, al señalar que el dato "claro, contundente y definitivo" fue que el explosivo usado era dinamita Titadyne con cordón detonante.

Sin embargo, hasta el momento no se ha podido asegurar de dónde provino ese apunte. Juan Jesús Sánchez Manzano, comisario jefe de los Tedax (artificieros de la policía), asegura que ni él ni nadie en su unidad lo dijo. El entonces subdirector general del Operativo de la Policía, Pedro Díaz-Pintado, señaló que fue el ex comisario general de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, quien le dijo que los explosivos utilizados en el 11-M "inducían a pensar" que era dinamita "posiblemente reforzada con cordón detonante", pero Cuadro ha negado haber dicho tal cosa. El caso es que el Gobierno afirmaba ya a mediodía del día 11 que "la dinamita del explosivo es la habitual de ETA".

De la declaración de Valdivielso se puede deducir que, a partir de ese pico de certeza, que según él se produjo alrededor del mediodía del día 11, las dudas comenzaron a poblar paulatinamente ese horizonte diáfano hasta que, tras caer la noche del día 13, se tradujo el vídeo hallado junto a una papelera de la Mezquita de la M-30. Sólo entonces estuvo él seguro de que la pista islamista era la correcta, pues "todo lo anterior sólo eran elucubraciones" y "opiniones sin ningún fundamento".

Así las cosas, el ex director de la Guardia Civil sólo ha tenido palabras elogiosas para describir la actuación de la Policía Nacional, que había tardado sólo 48 horas en estar en disposición de practicar detenciones, y para defender al entonces ministro de Interior, el popular Ángel Acebes, quien, a su juicio, ofreció siempre a la opinión pública la información de la que disponía en cada momento.

Gómez Arruche no conoce los contactos con el confidente

El director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, ha asegurado en su comparecencia que no tiene conocimimento de contactos entre agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado y el confidente Rafá Zohuier los días 10 y 12 de marzo.

Gómez Arruche ha declarado después de que el jefe de la UCO, Félix Hernando, revelase esas conversaciones en las que, según dijo, Zohuier no hizo ningún comentario respecto a los atentados más allá de su reproche. Gómez Arruche ha señalado que mañana preguntará a Hernando por estos contactos. El director general de la Guardia Civil cree innecesario abrir una investigación interna sobre la relación del confidente Zohuier y su contacto en el instituto armado, ya que existe una causa judicial abierta sobre el 11-M en la Audiencia Nacional.

Además, ha recordado el auto del juez Juan del Olmo, que instruye el caso, en el que indica que la actuación del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil fue correcta y también un informe elaborado por los mandos del instituto armado antes de su llegada al cargo y que fechaba el 16 de mayo la primera ocasión en la Zohuier habló de los atentados. Los comisionados han aprovechado para preguntarle por sus iniciativas para mejorar la situación del instituto armado, a lo que ha contestado que ya ha encargado la elaboración de un nuevo código disciplinario en el que cree que "desaparecerá la palabra arresto".