Seis detenidos en Asturias por su relación con el robo de los explosivos usados en el 11-M
La Guardia Civil ha detenido hoy en Asturias a seis personas por su presunta relación con el robo de los explosivos empleados en los atentados terroristas del 11 de marzo en Madrid. El juez ha dado luz verde a la Operación Páramo tras escuchar la declaración de José Emilio Suárez Trashorras, el único español encarcelado por la matanza, acusado de vender al comando terrorista los explosivos.
Los detenidos son Emilio Llano, el capataz de la Mina Conchita; Carmen Toro, la mujer de Trashorras; Antonio Toro Castro, cuñado del minero (ambos compartían un negocio de compraventa de coches); Rubén Iglesias, Javier González Díaz, alias El dinamita y Juan Granados Peña. José Emilio Suárez Trashorras, de 27 años, está encarcelado en la prisión de Alcalá Meco, imputado por un delito de pertenencia o colaboración con banda armada. Padece trastornos psiquiátricos; la dirección de la cárcel le ha asignado un compañero de celda, pues tanto los funcionarios como el juez temen que pueda intentar quitarse la vida.
Trashorras, natural de Avilés, casado y sin hijos, se jubiló prematuramente hace cinco años de la actividad minera por una incapacidad laboral. El pasado 27 de febrero se reunió en un McDonald's de Madrid con Jamal Ahmidan, alias El Chino, marroquí de 34 años y uno de los líderes del comando terrorista. Trashorras se había casado 13 días antes y regresaba de pasar su luna de miel en Canarias. El encuentro lo organizó Rafa Zuheir, que había coincidido tiempo atrás en la cárcel de Villabona (Asturias) con Antonio Toro Castro.
Toro ya fue detenido el 27 de marzo, y quedó en libertad seis días después, tras admitir ante el juez que había coincidido en la cárcel con Zuheir. Toro fue encarcelado hace tres años por supuesto tráfico de explosivos. Entonces, tras salir de la prisión, Zuheir le presentó a unos amigos, y él les puso en contacto con su cuñado. Sin embargo, negó en todo momento saber nada del robo de la dinamita.
Trashorras había trabajado como ayudante de minero hasta el 31 de octubre de 2002 —cuando se le acabó el contrato— en Mina Conchita, una explotación de caolín en Asturias. El caolín es una arcilla blanca muy pura que se emplea en la fabricación de porcelanas y medicamentos, entre otros productos. La mina es propiedad de la sociedad Caolines de Merillés, una empresa de 35 trabajadores.
El español llegó a un acuerdo con El Chino para guiarle, junto con algunos de sus compañeros, a un par de minas asturianas el 28 y 29 de febrero. La policía sospecha que, en concreto, fueron a Mina Cochita y Mina Collada, a tan sólo tres kilómetros de distancia y a 60 de Oviedo. Ambas carecían de vigilancia, aunque era necesario ir con una persona que conociera las minas para localizar los polvorines.
La empresa Caolines de Merillés asegura sin embargo que nunca ha sido objeto de robo alguno de explosivos, y que además no tenía almacenada suficiente Goma 2 ECO como para proporcionar, aún en el supuesto de que se hubieran robado allí, los casi 200 kilos que tuvo a su disposición el comando terrorista.
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