ETA guardaba 500 kilos de explosivos en el taller desmantelado en Francia
Los investigadores creen que los terroristas fabricaron en Saint-Michel los artefactos con los que atentaron el último año
El arsenal de ETA desmantelado ayer en el sur de Francia guardaba más de 500 kilos de explosivos. Los investigadores creen que los terroristas llevaban seis años utilizando el caserío localizado ayer en Saint-Michel como taller para elaborar los artefactos con los que después cometían los atentados.
La policía francesa ha sacado del caserío Lakoa, utilizado por los terroristas para fabricar bombas, unos 300 kilos de amonal, más de 100 kilos de cloratita y otros 100 kilos de Semtex (un explosivo de textura similar a la plastilina que se utiliza en la minería), además de cantidades menores de otras sustancias y algunos cartuchos de dinamita.
En la casa también había una decena de pistolas, un fusil con mira telescópica y una gran cantidad de detonadores, temporizadores y otros efectos empleados en la fabricación de bombas. Las labores de registro han quedado interrumpidas a última hora de esta tarde y no se espera que se reanuden hasta el próximo jueves. En la inspección del caserío, construido en el siglo XVII, han estado presentes el presunto miembro de ETA José Zeberio Aierbe y el propietario de la casa, Jean-Marie Saint-Pée, que fueron detenidos ayer.
Fuentes de la investigación creen que ETA fabricó en el caserío la bomba-lapa que sirvió para asesinar a dos policías nacionales en la localidad navarra de Sangüesa, el 30 de mayo de 2003. Del mismo taller salieron también los explosivos utilizados en el atentado contra el cuartel de Aizoain el 18 de octubre de 2003.
En aquella ocasión, una granada Jo ta ke Handia lanzada desde una furgoneta aparcada en la falda del monte de San Cristóbal impactó contra el tejado de uno de los edificios del cuartel cayendo al suelo del patio del recinto militar y produciendo escasos daños materiales. Las granadas Jo ta ke Handia pueden llegar a contener 30 kilos de explosivo amonal.
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