Los Reyes arropan a las familias de las víctimas del 11-M en el funeral de Estado

Más de 2.000 personas, entre ellas la familia real en pleno, representantes de todas las instituciones españolas y europeas y delegaciones de más de 50 países, han asistido en la catedral de la Almudena de Madrid al solemne funeral de Estado en memoria de los 189 fallecidos en los atentados del 11-M. Durante la homilía, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, ha pedido a la sociedad que huya de "toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia". Al termino de la misa, que ha durado una hora, la familia real ha dado el pésame a los 500 familiares de las víctimas que han acudido a la Almudena.

Antes de comenzar la misa y mientras que la familia real recibía a los representantes extranjeros en el patio, en el interior del templo los obispos se han situado detrás del altar. Concluida la recepción oficial, la Familia Real, el presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, su mujer, Ana Botella, y el cardenal y arzobispo de Madrid, Rouco Varela, han hecho su entrada en el templo. Cuando el todavía presidente y su esposa se disponían a ocupar sus asientos, se ha producido un momento de tensión, cuando el padre de uno de los fallecidos le ha gritado con voz desgarrada: "Señor Aznar, le hago responsable de la muerte de mis dos hermanas". Al escuchar el grito, los Reyes han girado la cabeza y seguidamente han comenzado a escucharse los cantos de la Coral Nuestra Señora de La Almudena.

La ceremonia ha comenzado a las 12.40 horas, cuando los cerca de 2.000 asistentes se han puesto en pie para escuchar el himno de España, momento en el que han entrado los Reyes. En templo, presidido por un enorme lazo negro detrás del altar, los más de 500 familiares de los muertos se han situado en la nave central, las autoridades extranjeras en el crucero a la altura del altar mayor en el lado de la Epístola y los representantes de las instituciones españolas en el lado del Evangelio. Los Reyes, de luto riguroso, estaban en un sitial de honor en el lado del Evangelio y, junto a ellos, el Príncipe de Asturias y su prometida, Letizia Ortiz, y las Infantas Elena y Cristina, acompañadas por sus esposos.

El pésame de la familia real

En cuanto a la representación española, además del Gobierno en funciones y el presidente electo, José Luis Rodríguez Zapatero, han asistido los presidentes de las 17 comunidades -incluidos el catalán, Pasqual Maragall, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe- y de Ceuta y Melilla. Además, había miembros de todos los partidos, del Senado, el Congreso, el Tribunal Constitucional y otras instituciones. Entre las personalidades extranjeras destacan Colin Powell, Tony Blair, Leszek Millar, Gerhard Schröder, Jacques Chirac, Jorge Sampaio, Bertie Ahern, Romano Prodi y Pat Cox. De la realeza, los príncipes Carlos de Inglaterra, Alberto de Mónaco, Federico de Dinamarca, Mulay de Marruecos, Haakon de Noruega, Felipe de Belgica y Feisal de Jordania.

La ceremonia religiosa ha sido oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y concelebrada por 30 obispos, entre ellos los cardenales de Barcelona y Sevilla, así como el nuncio apostólico en España, Manuel Monteiro. Durante la homilía, Rouco ha pedido a la sociedad que huya de "toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia" y que se responda "a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor". En la estrategia del terrorismo, según el cardenal, "opera la siembra del odio como su inspiración y motivación últimas. Así ha ocurrido también con la masacre del 11 de marzo. La forma de proyectar, disponer y actuar de los terroristas no puede ser calificada de otro modo que como la estrategia del odio que porta en sus entrañas el asesinato y la muerte".

Durante la ceremonia, unas pantallas colocadas en los laterales del altar iban emitiendo los nombres, todos los nombres de la tragedia. Entre todo el dolor de las familias, muchas de ellas con fotos de los muertos en las manos, se han podido ver las lágrimas de una conmocionada reina Doña Sofía. Una vez concluida la ceremonia, toda la Familia Real ha recorrido la catedral banco por banco para saludar uno por uno a los familiares de las víctimas. La Reina ha besado a muchos de ellos, al tiempo que les dirigía palabras de consuelo y afecto. Los últimos en salir del templo, sobre las 14.20 horas, han sido el príncipe, doña Letizia, las infantas y sus esposos, que tras los Reyes también han expresado a las familias sus condolencias.